Albert Pujols ya es feliz en Anaheim

Albert Pujols ya es feliz en Anaheim

Lyle Spencer / MLB.com
ANAHEIM

Mientras Mike Trout, la nueva sensación de la Liga Americana, ha brillado con sus bases robadas, jonrones y juego inspirado en general, Albert Pujols- El Rey Alberto- ha cosechado los beneficios secundarios de eso, tanto en lo tangible como lo intangible.

Trout (porcentaje de embasarse de .395) y Torii Hunter (.359) han creado muchas oportunidades para que Pujols tenga sus carreras empujadas.

 Y luego de un pésimo comienzo del 2012, el dominicano ha puesto números en esta temporada dignos de un rey: 30 cuadrangulares y 102 impulsadas cuando quedan ocho partidos por jugarse.

Casi tan importante como la forma de ponerle la mesa a Pujols ha sido la manera en que Trout y Hunter le han quitado la atención de la prensa al toletero quisqueyano.

A pesar de su enorme talento y condición de ícono, Pujols no tiene el trato fácil con la prensa como Hunter. El primero mantiene una rutina estricta y no disfruta una charla diaria con los reporteros. Y claro, tampoco le hubiera gustado tratar de explicar de manera regular sus bajones en los primeros dos meses de la campaña.

En un mercado de tamaño mediano, el Condado Orange, Pujols ha podido evitar ese dolor de cabeza con la ayuda de Trout y Hunter.

Después de su ascenso al equipo grande el 28 de abril, Trout cambio el enfoque de una superestrella veterana a una cara nueva con muchas expectativas. Los problemas de Pujols se convirtieron en un tema secundario al lado de la gran proeza de Trout.

Hay que tomar en cuenta lo siguiente: En sus primeros 27 juegos vistiendo el uniforme de los Angelinos, Pujols no dio ni un solo cuadrangular. Llegó al mes de mayo con promedio de .217 y OPS (porcentaje de embasarse más slugging) de .570 en 23 encuentros. Para tener algo de perspectiva, de por vida el quisqueyano lleva .325 y 1.024 en ese sentido, respectivamente.

Para el 8 de mayo, Pujols tocó fondo con promedio de .190. Pero de ahí en adelante empezó a recuperar la forma. Finalmente llegó a .250 el 9 de junio durante una serie de tres juegos en Colorado, durante la cual bateó de 13-6 con un jonrón, tres dobles y cinco empujadas. Por fin Albert se veía como Albert-después de dos meses de temporada.

¿Se imaginan si esta situación hubiese sido en Nueva York o Boston, con los filosos medios de esos mercados? También hay que imaginar cómo hubieran sido las cosas si Trout no hubiese rendido tanto o si Hunter no hubiera estado hablando tanto con la prensa, esencialmente asumiendo esa responsabilidad por muchos de sus compañeros.

La verdad es que no vimos muchos de esos titulares estilo, «¿Está acabado Albert?» El veterano pudo arreglarse en relativa soledad-como parece ser su preferencia.

Pujols ya era el Pujols de para finales de junio, mes en que bateó .326 con OPS de .977. En julio tuvo .330 y 1.071 y en agosto .312 con 1.027 y en  el mes de septiembre .282.

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