POR CLARA SILVESTRE
Los particulares paisajes urbanos caracterizan a la ciudad de Nueva York. Esos lugares que se constituyen en eje esencial de la vida de tantos ciudadanos del mundo, son el punto de partida de los últimos trabajos de Alberto Bass, en su interés de llevar una especie de panorámica de una ciudad que a su entender ha sido la más fotografiada y una de las más filmadas del mundo.

Al considerar que el arte fotográfico es uno de los más nuevos y modernos, enfatiza en el hecho de que el pintor tiene la ventaja de que puede captar la realidad, transformarla, poner algo de sí y utilizar los colores como un diccionario.

Con su cámara Nikon en mano, Bass ha recorrido las calles de Nueva York, creándose una sintonía entre su objetivo y la emoción que le embarga, al ver a través del lente esos ambientes urbanos donde una gran cantidad de personas conviven. El siguiente paso sería transferir la escena de la fotografía a la tela, bajo el proceso clásico del dibujo, quitando o poniendo a su criterio donde mayormente se aloje la emoción.

Aclaró que no se trata de una copia de la foto, porque está lo que es el alma del pintor que además de trabajar con la emoción trabajará con el pigmento. Cuando se involucra en una propuesta pictórica sobre un tema, ha durado hasta diez años investigando y tomando diversas fotografías. Como resultado de ello, Bass realizará una nueva retrospectiva de la urbe neoyorkina el próximo miércoles 17 de agosto con la exposición individual «Nueva York – Embrujo de matices».

Se trata del Nueva York actual, aunque asegura que ha mantenido sus características y en realidad no ha cambiado mucho con el correr de los años: la parte baja y alta de Manhatan, Brooklyn, los trenes, los grafitis, las bodegas, los taxistas, y todo eso que conforma parte del día a día de tantos dominicanos.

Al asegurar que lo más importante para un artista visual es reflejar su medio ambiente –como la ciudad de Nueva York, donde vivió muchos años–, siente que tiene una deuda por el hecho de haber sido gratificado con las enseñanzas en el campo artístico, social y de trabajo que durante ese tiempo recibió.

«He aprendido bastante en los museos, en las calles, el arte callejero, las manifestaciones culturales que se dan allí, y además en el clima, que es muy diferente al nuestro, y eso es realmente lo que sella mi personalidad artística. Estoy vinculado a un movimiento que surge allá en la década de los 60 llamado «neobarrialismo». En la calle 14 se da un fenómeno muy peculiar, donde el pop art y después el fotorrealismo irrumpe con fuerza la década de los 60 y 70″.

Todo esto enmarcado dentro de un nuevo realismo social tocando el tema de la dominicanidad y la marginalidad, tema que trató Alberto Bass en 1981 en la exposición «La vida del dominicano en Nueva York», realizada en el Museo de Arte Moderno. Pero dentro de esos elementos paradójicos de la ciudad, como ejes temáticos, retoma el asunto para volver a tocarlo de una manera distinta.

En ese entonces presenta paneles murales de 80 x 94, donde todas las imágenes estaban incluidas en una sola tela. En esta ocasión, y luego de presentar parte de estas obras en junio pasado, en una galería ubicada en un edificio de Nueva York, donde precisamente se erradicó en 1963, Alberto Bass presentará una nueva retrospectiva de la urbe neoyorkina el próximo miércoles 17 de agosto, en el Museo de las Casas Reales.

«Entiéndase que Nueva York es una ciudad donde muchos dominicanos manejan la economía informal: salones de belleza, bodegas, supermercados, compañías de taxi, y en la parte alta podemos ver que casi más del 70 u 80 por ciento son niños dominicanos que estudian en las escuelas públicas, lo que afirma que hay una gran comunidad que está contribuyendo al desarrollo de la urbe», agregó.

Alberto Bass y su propuesta «Nueva York – Embrujo de matices»

La exposición individual «Nueva York – Embrujo de matices», surge luego que, después de muchos años, su autor sintiera la preocupación de reflejar la ciudad de Nueva York con toda la variedad y la parte social, y todas sus complejidades. De ahí que se presente los barrios latinos, la bandera dominicana en las bodegas y todos esos paisajes urbanos que reflejan la parafernalia de lo que es el proceso de incursión o de integración de la comunidad dominicana desde el punto de vista de los negocios y la economía.

A Alberto Bass le fascina la cultura, y en este tema en cuestión, el hecho de que se trate de una ciudad completamente multicultural, donde se conoce el mundo entero, «allí conocí todas las nacionalidades, trabaje en diversas áreas, entre ellas publicidad, y tuve la oportunidad de entrar a diferentes estratos sociales, desde donde comencé a ver directamente toda la trayectoria del arte internacional, y eso me sirvió de mucho conocimiento».

Destaca que no es lo mismo adaptar que adoptar, en donde lo hecho es una adaptación de las técnicas que ha aprendido, por lo que tenía la deuda de retomar el tema con lo anterior, pero lo visual actual, desde un punto de vista más objetivo.

Dentro de sus planes inmediatos se encuentra una retrospectiva sobre el carnaval, además de poner a circular el libro El arte como expresión social, que versa sobre toda la historia del arte en el ámbito internacional. Esta primera publicación es el inicio de una serie de libros que están en proceso de impresión.

De igual forma, una serie de cuatro tomos titulados Conceptos sobre las Artes Visuales que enfocará temas relacionados con la publicidad, el arte y el mercadeo, y el papel de un museo, entre otros puntos.

También Críticas escritas, que contendrá todas las críticas que el autor ha realizado a nivel de artistas nacionales e internacionales, incluyendo ensayos. Al respecto, Bass amplió: «Tenía un sistema que aprendí de Levi Strauss, que es el sistema estructuralista y semiótico en función de crear una estructura de la crítica. Es decir, la composición que es el diseño, el color, el dibujo, la técnica, el estilo, y por último la temática».

Asegura que normalmente cuando se hace crítica se basa en la temática, entonces yo comenzaba a hablar de los elementos básicos que rigen un cuadro, y lo descodificaba, haciendo una estructura didáctica que sirve de enseñanza», del cual explica: «Lo escribí con la finalidad de que el pueblo dominicano, especialmente los lectores jóvenes se introduzcan casi a manera de novela en la historia del arte como expresión social, de modo que éstos se vayan involucrando en cada época, y conozcan sobre los manifiestos, la declaración de los artistas, lo ocurrido en cada época y qué movimiento histórico, económico y político motivó el mismo».

Otros libros ya preparados son Alberto Bass, su obra y Diálogo, arte y realidad. Bass revela que al fungir en la actualidad como asesor de Asuntos Culturales del Poder Ejecutivo siente gran satisfacción por los innumerables proyectos culturales en los que tiene la oportunidad de trabajar.