Alberto y  Pablo hacen concierto
de  magistrales poetas

Alberto y  Pablo hacen concierto<BR>de  magistrales poetas

El sábado se armó tremendo problema, porque  unas 80 personas no pudieron  entrar a la sala. Se dice que la medida fue por llegar tarde, otros comentaron  que se vendieron boletas de más  

Por REYES GUZMAN
Unir a dos poetas y lograr que el público ponga su sentimiento para pasar un buen momento, fue lo sucedido la noche del viernes en el Teatro Nacional con Alberto Cortez y Pablo Milanés. El primero en cantar fue Cortez, quien con la pausa del tiempo y el peso de su cuerpo, abrió  el concierto con “Quién quiere beber conmigo”. La sintonía con los presentes fue perfecta, pues el cantautor se encargó de vaciar un repertorio inclinado por los éxitos y algunas canciones nuevas. Vino con un trío: piano, bajo y batería.

  Con “Mi árbol y yo” conquistó más reacciones. Se refirió a la importancia,  a lo que significa estar en República Dominicana y cantar en el Teatro Nacional, donde ha logrado muchos éxitos. “Distancia” es un himno, no podía faltar, como tampoco “Un cigarrillo, la lluvia y tú”.

Alberto le cantó a la vejez, a Pablo Neruda, a la vida, a los sueños y al amor. Entregó “Las gaviotas”, “Lupita”, “A partir de mañana”, “Como el primer día” y otras tantas que le dieron como respuesta la manifestación de los admiradores.

Como un caballero presentó a las 9:50 a Pablo Milanés, con  quien selló un abrazo de amigo. Con seis músicos el cantante cubano elogió las bondades del argentino y dijo que cuando sea viejo le gustaría ser como él.

Letras que hablan de versos y amor componían la primera canción, dando paso a “Días de gloria” y “Nostalgia”. En esta canción Pablo dedica un mensaje al cubano que dejó al amigo, a la familia. Se pregunta  a dónde están. Es como el desahogo a la separación de las familias.

Para interpretar “De qué callada manera” llamó al salsero puertorriqueño Andy Montañez y juntos demostraron que la experiencia es la mejor carta de representación.

    Los años pasan y nos ponemos viejos, pero gracias a las letras bien hechas llegan canciones como “Yolanda”, “La soledad” y “El breve espacio en que no estás”.  El mayor coro estuvo acompañándole. El público domina con sus tonos los estribillos. Milanés se sentía orgulloso.

A las 11:15  regresó Alberto Cortez, para entre amigos regalar “Para vivir”, “Cuando un amigo se va” y  “Gracias a la vida”.  La unión de dos cantautores de la dimensión de ellos no se repite fácilmente . Con estilos de cantar muy diferentes, pero con la coincidencia de escribir en la línea social, Pablo y Alberto dejaron satisfechos a los dominicanos que de pie brindaron sus aplausos y ¡bravos! A las 11:15 se despidieron y el grito de “otra, otra” no los hizo regresar.

CONTRATIEMPO

El Teatro Nacional tiene un horario de cierre de sala e inicio de concierto. Lamentablemente muchas personas acostumbran a llegar tarde y se encuentran con el inconveniente de que no pueden entrar. Surgen las quejas, aumentan los tonos de protestas e insultos, mientras las autoridades del centro cultural expresan que hay reglas que cumplir. Viernes y sábado hubo problemas, más ácido el último día, porque aproximadamente 80 personas decían que no podían perder miles de pesos por boletas compradas y concierto no visto. Se llegó a decir que vendieron boletas de más,  lo que el empresario César Suárez desmiente. “No se vendieron boletas de más, esa no es nuestra norma. Tanto viernes como sábado habían butacas vacías”.

En algunas ocasiones a los que llegan tarde, sea porque no calcularon el tiempo o no encontraron parqueos, se les dejaba entrar en los momentos de los aplausos. El sábado fue difícil la situación.

COSITAS

-En varias ocasiones Pablo Milanés reflejaba incomodidad al no encontrar las letras de las canciones en su atril. Perdía el orden.  Hay que evitar eso.

-Cortez está pasado de libras y eso le resta agilidad. Debe rebajar y cuidarse mejor.

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