Esas sabrosas bolas que pueden hacerse de carne, pescado, soya u otros ingredientes, y ser  degustadas tanto guisadas, como horneadas o fritas, son de origen árabe.

Fueron ellos quienes enseñaron a los europeos su técnica de preparación  de esta bola  o “búnduga”, “albúnduga”, que significa lo mismo  en su  idioma, y los europeos  la introdujeron más tarde a Latinoamérica.

La albóndiga, como nosotros la conocemos, es definida por la Real Academia Española  como cada una de las bolas que se hacen de carne o pescado fresco picado de manera menuda y mezclada con ralladuras de pan, huevos batidos y especias para  comerlas guisadas o fritas.

Éstas, que acompañan tan bien a un  plato principal guisaditas, pero igualmente pueden servirse fritas u horneadas, como un aperitivo o entremés, se suelen servir  en las mesas dominicanas  como acompañante  principal de arroces, víveres, papas fritas u otras guarniciones.

En fin, lo cierto es que estas “bolas” son exquisitas de cualquier forma en que prefieras saborearlas, y lo mejor es lo fácil que resulta su elaboración.

Trucos.  Lo principal a la hora de preparar sus albóndigas, para que  queden bien formaditas y no se desbaraten, es mezclarlas con bastante pan rallado. Recuerde que éste debe estar duro para que permita la ralladura. Una vez mezclada la carne u otro ingrediente que prefiera, antes de colocarlas en la sartén,  el aceite en que se van a freír debe estar bien caliente. Después, vaya volteándolas para que queden doraditas, pero no se quemen.

¡Ummm!!! Un morito de guandules verdes con albóndigas guisadas, ¿lo ha saboreado? si no, es hora de que lo haga, no se arrepentirá. Pero también, fritas u horneadas, son,   simplemente, una delicia!!!

Receta

Albóndigas

1 libra  de carne magra molida, puede ser de pollo, res o pescado

1 cebolla grande rallada

3 pancitos rallados

Leche, la cantidad necesaria

2 huevos

3 cucharadas de queso rallado

1 cucharada de azúcar (opcional)

1 cucharada de perejil picado

1 cucharadita de orégano

1/2 cucharadita de ají molido

Sal a gusto

Preparación de la salsa.  Poner mantequilla y  aceite en una sartén. Llevar al fuego, y, una vez derretida la mantequilla, incorporar la cebolla picada con algo de sal. Lavar  el ají  morrón picado, dos o tres dientes de ajo, un tallo de perejil picado y el tomate. Mezclar y dejar cocinar con la cacerola tapada hasta que comience a hervir. Destapar la cacerola y agregarle la zanahoria rallada, el pimentón picado. Condimentar al  gusto y dejar cocinar a fuego fuerte hasta que vuelva a  hervir. Echar el vino blanco y dejar hervir hasta que se evapore el alcohol. Apagar el fuego y reservar tapado.

Para las albóndigas.  Agregar a la carne picada, la cebolla rallada, el pan rallado  o mojado  en leche, los huevos, el queso rallado; si se desea el azúcar, el perejil, orégano y ají molido. Mezclar todo con las manos hasta que se hayan integrado los ingredientes. Condimentar con sal a gusto. Elaboración de las albóndigas. Poner un poco de harina en una bandeja. Tomar una porción de carne picada del tamaño que  guste las albóndigas. Darle forma redonda y pasarlas ligeramente por harina. A medida que se van formando se van depositando sobre una bandeja espolvoreada con harina. Una vez terminadas, se colocan en la sartén  donde previamente ha puesto a calentar un poco de aceite para freír. Ya fritas, las coloca  en  la salsa,  agrega un poco de caldo,  tapa y las deja hervir un poco más a fuego lento  hasta que  la salsa esté espesa.