Alcalá, la ciudad de CERVANTES

Alcalá, la ciudad de CERVANTES

En el cuarto centenario de su fallecimiento, Alcalá de Henares, la ciudad que vio nacer al genio de las letras en español, Miguel de Cervantes Saavedra, propone un viaje por los recuerdos, costumbres y gastronomía del Siglo de Oro.

Más de un centenar de propuestas van a rendir tributo al autor de “El Quijote” a lo largo y ancho de todo el mundo y –claro– la ciudad donde nació, Alcalá de Henares, será uno de los focos principales para festejar que el 22 de abril se cumplen 400 años del fallecimiento de Miguel de Cervantes, el escritor más universal de las letras españolas.

Ubicada a unos 35 kilómetros de la capital de España, un lugar que siempre que se visite Alcalá no debe faltar es la antigua Complutum romana, además este año tan especial no hay excusa que valga para no conocerla.

Cualquier época es buena para pasearse por esta urbe universal, aunque si lo que pretendemos es participar de una u otra manera en las actividades programadas en torno a Cervantes, lo más conveniente es consultar la agenda del Ayuntamiento alcalaíno.

Con motivo de esta efemérides, a mediados del pasado año se constituía la Comisión Ejecutiva del IV Centenario de la Muerte de Cervantes que ha previsto un completo programa de actividades que irá engrosando páginas a medida que avancen los meses.

Quizás la mejor opción para conocer la ciudad sin perder nada sea vestirse con ropas cómodas y recorrer sus calles siguiendo las indicaciones de una interesante ruta cervantina que, trazada desde la oficina de turismo, recala en lugares tan emblemáticos como la casa natal del autor, diversos edificios vinculados con su familia y otros tantos relacionados con la publicación de sus obras.

Si seguimos el orden sugerido, el itinerario nos permitirá entrar en contacto con la ciudad a través del actual Centro de Interpretación Los Universos de Cervantes, antiguamente ocupado por la desaparecida iglesia de Santa María la Mayor, de la que todavía se conserva la pila bautismal en la que Cervantes recibió el sagrado sacramento. La segunda de las paradas nos conducirá al Colegio de Teólogos de la Madre de Dios –actual sede del Colegio de Abogados– en el que en 1604 se dio fe de erratas a la primera parte de “El Quijote”, cuyo creador preside en forma de estatua la plaza a la que cede su nombre y que en esta ruta representa la tercera de las paradas. A lo largo del itinerario también podremos sentir algo parecido a lo que sienten los ganadores del Premio Cervantes de Literatura cuando acceden al Colegio Mayor de San Ildefonso, la cuarta parada.

Su bello paraninfo acoge, año tras año, la ceremonia más importante de la literatura española y da paso en la visita a la placa que recuerda la ubicación primigenia de la Imprenta de la Galatea, la quinta parada, en la que se imprimió la primera novela de Cervantes.

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