Una planta de reciclaje de basura, instalada a un costo de más de un millón y medio de pesos en La Ciénaga, de San José de Ocoa, no está funcionando porque al director municipal, Manuel Antonio Báez, no le interesa, a pesar  que la Junta de Campesinos de Ocoa (Juncocao) le propuso entregarle el 50% de los beneficios.

Vanessa Beiro, asesora de Juncocao, explicó que a ella y al presidente de esa entidad, Rafael Peguero, no le han valido los esfuerzos que han hecho para que Báez acepte el proyecto Meiga, al cual no tiene que aportar dinero.  

Indicó que la única colaboración que  han solicitado a Báez es  que colabore en la orientación de los comunitarios para que clasifiquen la basura para que facilite el trabajo en la planta de reciclaje que va a fabricar abonos orgánicos que tienen ventas seguras en la provincia de San José de Ocoa.

Beiro, de nacionalidad española, dijo que la planta se instaló con recursos aportados por el Pequeño Presupuesto y Subvenciones (PPS) de la ONU y la USAID de Estados Unidos.

Dijo que el objetivo principal del proyecto es implantar un programa de reciclaje eficaz e innovador que permita a los distritos municipales de la provincia San José de Ocoa solucionar la problemática de los desechos sólidos, y al mismo tiempo desarrollar una economía local a nivel provincial que sea estable y duradera. Expresó que por tratarse de un proyecto tan importante para La Ciénaga, ha intentado en varias ocasiones conversar con el senador de la provincia, Carlos Castillo, pero que no lo ha logrado.

Manifestó que en los municipios y distritos municipales de Ocoa se  generan grandes cantidades de desperdicios que no son aprovechados adecuadamente, lo que produce una pérdida económica y la imposibilidad de desarrollar un mercado local y provincial que podrían generar fuentes de ingresos, trabajo y un desarrollo local sostenible.

Señaló que los desechos sólidos  reciclables son los envases plásticos, cartones, papeles, vidrio y otros, y los biodegradables, como los orgánicos, se usarán para fabricar abonos. Para este proceso también se usarán otros desechos, como estiércol, hojas, yerbas, así como lombriz.

Beiro expresó que es penoso que un proyecto tan beneficioso para La Ciénaga, porque genera empleos, salud y mejoría del medio ambiente, no se puede poner a funcionar porque el director municipal, Manuel Antonio Báez, no le interesa.  Dijo que a modo de prueba, en la planta se han producido varios tipos de abonos que se han usado en algunos cultivos de la zona con buenos resultados.

Alcalde y terrenos.  La asesora y la junta campesina han llegado a la conclusión que el alcalde Manuel Antonio Báez no está interesado en el funcionamiento de la fábrica de abonos orgánicos, porque parece que quiere adueñarse de los terrenos donde está ubicada la planta, los cuales son propiedad del Estado.

Dijo que Báez  tiene una parte de los terrenos, en los que instaló el vertedero  donde bota la basura de la comunidad. En la parte baja del lugar hay una cañada, adonde van a parar parte de esos desechos que contaminan ríos, por lo que ya fue multado por el Ministerio de Medio Ambiente.

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No desea beneficio

El director de la Junta Municipal de La Ciénaga no quiere que los habitantes de esa comunidad se beneficien de la fábrica de abonos orgánicos que hay instalada allí, en la que no ha invertido nada ni tiene que gastar ni un centavo. Sólo tiene que depositar la basura que recoge dos o tres veces a la semana y ayudar a concientizar la comunidad para que aprenda a clasificar esos desechos y echarlos en fundas plásticas.