El alcalde de Santo Domingo Este (SDE) Manuel Jiménez, aseguró que no ha resuelto el problema de la recolección de los residuos sólidos en ese municipio porque se encuentra atado a los contratos que encontró y el Concejo de Regidores se ha resistido a declarar el municipio en estado de emergencia para poder actuar de manera administrativa.

Informó que ya el cabildo asumió ese servicio en la Circunscripción número 2, por lo que invitó a los periodistas pasar por esa demarcación dentro de dos semanas para observar la diferencia.

Afirma que cuando se trabaja con transparencia choca con muchos obstáculos que hay que romper, e invitó a imitar el ideario del patricio Juan Pablo Duarte.
Advirtió que si el Ayuntamiento de Santo Domingo Este demuestra un buen trabajo en la Circunscripción 2 por qué no hacerlo en las demás, ya que es el ayuntamiento quien debe hacer esa labor.

Deplora que se haya hecho una práctica que los gobiernos locales cedan esa función tan fundamental como la recolección de basura.

Confía en que para el 24 de abril, cuando su gestión cumple el primer año, el municipio esté limpio, ya que se encuentra en un proceso de licitación bajo la asesoría del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Explicó que se asesora de que todos los procedimientos que desarrolle la alcaldía gocen, no solamente de la legalidad, sino además de la transparencia para beneficio de los munícipes y del gobierno local.

Lamenta que el Concejo de Regidores tenga en su poder dos proyectos actualmente: uno, el pliego de condiciones de licitaciones que le fue depositado por los técnicos del PNUD, así como otro sobre la declaratoria de urgencia del municipio.

Expuso que si no se declara la urgencia será muy difícil limpiar la ciudad, debido a que la administración no tendría la forma para actuar de forma legal contra los incumplidores de los contractos para la higienización de la ciudad.

Dijo que sería bueno preguntar a los regidores porqué no están cada uno cumpliendo con su parte, tras recordar que tienen un compromiso y un deber con la comunidad.
“Usted se imagina que funcione así, que pongan sus intereses por encima de la ciudad, sería una absoluta negación a su compromiso de servir a la ciudad, que fue lo que juraron cuando se invistieron como regidores”, apunta Jiménez.