El alcalde de Dajabón, Santiago Riverón, afirmó ayer que la situación en la frontera por el cierre comercial ha sido “catastrófica”, aunque precisó que la dignidad de la patria debe estar por encima de “cualquier cosa”.
“Tenemos que aprender a vivir sin Haití; nosotros no podemos arrodillarnos al pueblo haitiano. La dignidad de nosotros tiene que ser más fuerte”, precisó, al tiempo de ponderar las medidas adoptadas por el gobierno en torno a la crisis surgida por la construcción de un canal en el río Masacre.
Riverón fue abordado sobre el tema durante su comparecencia en el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio.
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Desde su óptica lo del canal es solo un pretexto para lograr un objetivo: provocar a la República Dominicana.
“Ustedes ven que ya se ha apagado un poco lo del canal y están tomando el tema del territorio, se ve que es una situación para provocar y tenemos informaciones de que esos incitadores son personas pagadas. Conocemos de tres personas, especialmente, políticos y millonarios de Juana Méndez que están patrocinando este tipo de desórdenes”, puntualizó.
De acuerdo a lo expresado por Riverón hay comerciantes y políticos haitianos que no le conviene que la frontera esté en paz. Siguió detallando que en la vecina nación manda realmente el que tiene dinero. A veces atribuyen acciones al gobierno haitiano, cuando en realidad, no es así; los verdaderos responsables son esos grupos de millonarios que se benefician del desorden y el caos que impera allí.
“Está demostrado, en Haití el que tiene los recursos es el que manda, el que paga las pandillas, la delincuencia y el que puede tener el control”, agregó.
Retomando la situación de la frontera, Riverón explicó que del lado dominicano las puertas permanecen abiertas, pero del lado haitiano se mantienen cerradas.
“La información que tenemos es que para el viernes, la población haitiana, en su gran mayoría pobre, va a realizar una manifestación porque las autoridades han adoptado nuevas medidas para evitar el contrabando de mercancía, desde el territorio dominicano al haitiano”, precisó.
En los últimos días, autoridades haitianas han incautado productos y mercancías procedentes de República Dominicana para su incineración. De acuerdo a lo explicado, los productos decomisados son cruzados por la frontera por sus compatriotas, evadiendo el pago de impuestos al gobierno haitiano.
Consultado sobre el monto de las pérdidas registradas por el cierre de la frontera el pasado 15 de septiembre, el alcalde de Dajabón dijo que no lo tiene cuantificado. Sin embargo, reconoce el impacto negativo y asegura que muchos negocios han quebrado.
Como aliciente, pondera el respaldo del gobierno, que a través de los diferentes planes sociales ha llevado su mano amiga a motoconchos, comerciantes, saloneras, peluqueros, vendedores de carne, huevos y ropa.
Jimaní
La misma suerte no ha tenido el alcalde de Jimaní (municipio cabecera de la provincia Independencia), Dionisys (Yosandys) Méndez Vólquez, quien se quejó de que su pueblo tiene dos años y medio con la frontera semi-cerrada de manera voluntaria y no ha recibido ningún tipo de apoyo. “En el lado nuestro, la frontera está abierta y del lado haitiano cerrada por la ola de delincuentes instalados de 20 a 25 kilómetros del corredor”, precisó.
Según detalló, las bandas han provocado una merma del transporte en la zona. “Los inversionistas en Jimaní en materia de transporte han fracasado”, expresó.
A seguidas, agregó: “nosotros no sabemos lo que es un cobro de arbitrio del mercado binacional…, muy diferente a lo que sucede en Dajabón, donde cobran por mesa, cubículos”.
En octubre pasado, el gobierno decidió flexibilizar las medidas para permitir el comercio con la vecina nación, entre ellas, habilitar corredores comerciales provisionales pero con estrictas medidas de control militar y registro biométrico obligatorio en las provincias de Dajabón, Elías Piña, Independencia y Pedernales.
Esta acción es cuestionada por el alcalde de Jimaní, tras indicar que “como dominicanos, se percibe que nos doblaron el pulso”.
“Todo sigue igual, entonces, entendemos, que si en su momento, las autoridades diplomáticas hubieran adoptado las medias correctas no había necesidad de llegar hasta ahí”, puntualizó el representante del gobierno local de Jimaní.