Alcemos la voz contra el trabajo infantil

Alcemos la voz contra el trabajo infantil

Cuidado. Es probable que el tomate en su ensalada de hoy, el café que se tomó esta mañana o las flores que tan orgullosamente cuelgan de su balcón, sean el producto final de largas y extenuantes horas de trabajo de un niño.
Definitivamente las zonas en las que se practica la agricultura son las que siempre han registrado un mayor índice de trabajo infantil. Así lo revela Santiago Nuesí, coordinador por la erradicación del trabajo infantil de un organismo perteneciente al Ministerio de Trabajo y creado en 1997, el Comité Directivo Nacional de Lucha Contra el Trabajo Infantil (CDN).
No es de extrañar que los períodos de siembra y cosecha están directamente asociados al ausentismo escolar en las zonas rurales.
Las zonas altas de Baní, Azua, Constanza y Jarabacoa, son lugares en los que siempre se ha atacado el trabajo infantil, asegura Alberto Padilla, encargado del Departamento de Políticas Públicas y Normas del Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (CONANI).
Pero los de allí no son los únicos niños que corren peligro, expuestos en mayor o menor grado al uso de pesticidas, la inclemencia del sol o los trabajos pesados. No nos podemos olvidar de los niños de los vertederos que “bucean” entre montones de basura sin ninguna clase de protección, de los pequeños comerciantes expuestos a toda clase de peligro en las calles de la gran urbe o de los que son explotados sexualmente en las zonas turísticas.
Estadísticas. Los últimos datos que se tienen acerca del trabajo infantil en el país provienen del informe “Dinámica del Trabajo Infantil en la República Dominicana”, realizado por la Oficina Nacional de Estadística, correspondiente a los años 2009-2010 y publicado en el 2011.
La encuesta realizada establece que en el país los niños y adolescentes (de 5 a 17 años de edad) en trabajo infantil suman 304 mil para una tasa de un 12%, respecto a la población total.
De ese número 212 mil realizan actividades consideradas como peligrosas.
La Región Enriquillo, conformada por las provincias Barahona, Baoruco, Independencia y Pedernales regristraba la mayor tasa de trabajo infantil con un 24,5%.
Y aunque la agricultura, la ganadería y la silvicultura representaban un 25% en cuanto a la distribución de niños y adolescentes en la producción económica, el comercio al por mayor y menor la superó con un 29,3 %.
En cuanto a la duración de la jornada laboral, el tiempo promedio, sorprendentemente alcanza las 12 horas diarias.
Es importante destacar que la legislación dominicana establece como edad mínima para la admisión de empleo los 14 años y que el Ministerio de Trabajo debe llevar un registro por provincia de los adolescentes que trabajan, según los artículos 40 y 42 de la Ley No. 136-03 o Código del Menor.
La lucha contra el trabajo infantil. “El trabajo infantil destruye al ser humano dos veces, como niño y como adulto”, es una frase muy citada del brasileño Antonio Gomes da Costa.
Las causas de este flagelo mundial son diversas: no solo la pobreza, sino también la violencia, el abuso, entre otros factores.
Tanto Padilla como Nuesí señalan como uno de los frenos más importantes a esta práctica, la apertura de las escuelas públicas a las jornadas de tanda extendida y los diferentes programas sociales en los que se incentiva a los padres a enviar a los hijos a la escuela, como el Programa de Incentivo a la Asistencia Escolar (ILAE). También la labor de los inspectores de la Unidad de Trabajo Infantil, y las Juntas Locales (unas 87 en todo el país).
Usted puede denunciar el trabajo infantil llamando a CONANI al 809-567-2233. Tome una acción, que su voz se escuche…

Publicaciones Relacionadas

Más leídas