Alcoholismo en nuestro país

Alcoholismo en nuestro país

El país necesita ponerle especial atención al alto consumo de alcohol, pues se ha convertido en el principal problema de salud que tenemos. Es también uno de los principales precursores de accidentes de tránsito y de violencia. La Sociedad Dominicana de Siquiatría sostiene que el alcoholismo  está presente en el 90 por ciento de los accidentes de tránsito y  es una de las principales causas de internamiento por diversas  afecciones de salud. Estos planteamientos fueron hechos por los doctores  José Miguel Gómez,   Fernando Sánchez Martínez, Carlos de los Angeles,  María Nelly Pérez, Vicente Vargas y Marisol Taveras, dirigentes de la Sociedad Dominicana de Siquiatría que comparecieron como invitados al almuerzo semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio.

Los hospitales del país, principalmente los especializados en traumatología, registran cada año cifras récords de lesionados y muertos por causas en las que intervino la ingesta de alcohol. Accidentes de tránsito, riñas y agresiones, suicidios y otras expresiones de violencia forman parte de las acciones que conducen a muertes y lesiones. El Estado, que recibe grandes  beneficios fiscales por la producción, importación y venta de bebidas alcohólicas, está en el deber de destinar recursos y personal a programas destinados a educar y rehabilitar a adictos de estas sustancias y a prevenir sobre los efectos que su consumo produce en la salud física y mental.

Sin extranjeros favoritos

Uno de los problemas que tiene el país es el alto número de extranjeros indocumentados, entre los que, por razones de cercanía, los haitianos son los más numerosos. Y parece que el actual director de Migración,  José Ricardo Taveras, ha asumido el reto de rescatar parte de la soberanía afectada por la inmigración furtiva. Para atacar el problema se ha comprometido a realizar batidas contra todos los indocumentados extranjeros, no solo contra los haitianos.

El primer paso para tener éxito en este propósito es afinar los instrumentos que regulan la permanencia de extranjeros en nuestro territorio. Esto, seguido de una aplicación esos instrumentos sin temor a los grupos que han vivido de la tragedia de los inmigrantes ilegales, asumiendo una falsa defensa. El país necesita rescatar parte de la soberanía enajenada de esta forma, y hacerlo con respeto de los derechos humanos y sin extranjeros favoritos.

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