Aldeas S.O.S.,  modelo de formación familiar, educativa y de salud

Aldeas S.O.S.,  modelo de formación familiar, educativa y de salud

POR MARGARITA QUIROZ
Es como si se tratara de una comunidad aparte. Integrada a la República Dominicana e influenciada por los problemas sociales y económicos y por los dimes y diretes de los políticos, pero aparte.

Así son las Aldeas Infantiles SOS: una comunidad organizada en base a una economía subsidiada, con una escuela, un dispensario médico y una población de pequeños, en donde la regla es reconstruir las vidas de niños huérfanos, abandonados o en desventaja social, por medio del amor materno.

En fin –luego de la Segunda Guerra Mundial– un sueño hecho realidad por su ideólogo Hermann Gmeine, quien también era huérfano y, hoy día, un modelo a seguir.

La Escuela Kindergarten y Primaria Hermann Gmeiner y el Dispensario Médico del mismo nombre, dependencias de las Aldeas Infantiles SOS, ubicadas en el barrio Puerto Rico, en Los Mina, son una muestra de esto. Estas instituciones, además de brindar servicios a los residentes en las Aldeas, también velan por la salud y la educación de los habitantes de este sector y otros aledaños.

Con capacidad para recibir 425 alumnos, esta escuela surge en 1984 con el interés de ejecutar un proceso de enseñanza-aprendizaje dinámico y a la vez formar estudiantes cuyo nivel académico les permita ser entes competitivos.

Desde sus inicios hasta la fecha, este objetivo continúa perenne y, un ejemplo palpable son María Almonte y José Luis Marcelino, quienes gracias a la formación familiar y académica recibida se han convertido en jóvenes valiosos ante los ojos de la sociedad.

María cursa el último semestre de la carrera de Medicina en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y labora, en su tiempo libre, en el Dispensario médico, mientras que José Luis es licenciado en Comunicación Social, fotógrafo, padre de una niña y ante todo un hijo SOS amoroso y agradecido de la formación, cariño y protección recibida en las Aldeas.

María vivió 20 años de su vida en las Aldeas y al igual que José Luis, llegó a los seis años de edad, de manos de su padre y, a raíz de la muerte de su madre. Allí convivió junto a su hermana Cecilia María (La Mella), quien estudia Contabilidad en la Universidad del Caribe y, otros ocho niños más.

Según cuentan, Las Aldeas es para ellos algo más que un espacio donde vivieron su niñez y adolescencia, “es el futuro, amor, porvenir, alegría y sonrisa”.

“Soy de un campo llamado Los Rieles, en La Vega, y vine a las Aldeas por gracia de Dios, de verdad te lo digo, porque hoy yo me pongo a ver cómo viven los muchachos de mi generación y tienen tres y cinco muchachos y no tienen otra alternativa que trabajar la tierra. En principio mi papá sentía remordimiento, pero hoy al ver los resultados, se siente orgulloso de mí”, puntualiza José Luis.

ATENCIÓN DIVERSIFICADA

Como bien explica la directora del centro educativo, Juana Álvarez (Priscila), los profesores que laboran en esta escuela cuentan con la preparación adecuada para asegurar a los niños y niñas una buena base académica sustentada en lo que denomina una atención diversificada.

“Cuando los estudiantes terminan la educación básica logran ingresar, sin ningún problema, a las mejores escuelas secundarias de la ciudad, y esto es una garantía de la buena formación académica”, explica.

Actualmente la escuela cuenta con una matrícula de 23 profesores y  600 estudiantes, 250 residentes en las Aldeas y 350 procedentes de diferentes barrios de la Zona Oriental.  

“Nosotros como escuela tenemos una parte que es laboral, donde los niños de séptimo y octavo tienen un horario especial. En la mañana se cumple con la carga académica curricular y en la tarde hay supervisión de tareas y talleres de belleza, cocina, costura e informática”, dice Álvarez.

Como colegio privado es supervisado por la Secretaría de Educación y los padres tienen que pagar una cuota de RD$300 “para que sientan algún compromiso”. Al igual que en otros centros educativos, en esta escuela se imparten dos tandas, de 7:00 de la mañana hasta el mediodía y de 1:40 a 5:15 de la tarde.

DISPENSARIO MÉDICO

Con el interés de brindar servicio de salud a los niños de las Aldeas y residentes en las comunidades cercanas, fue creado el Dispensario médico Hermann Gmeiner, el cual es dirigido por el pediatra Rogelio Funcia.

Aquí, antes de ingresar un niño a las Aldeas, se le practica un chequeo médico completo a fin de determinar si tiene parásitos, anemia o falcemia, enfermedades que por lo general son las más frecuentes en estos infantes.

Consultas de pediatría, ginecología, odontología y dermatología se ofrecen a diario –mañana y tarde- por un equipo de seis médicos. Además cuenta con laboratorio y vacunación gratuita.

Las consultas de pediatría se ofrecen de 8:00 de la mañana a 12:00 del mediodía, las de ginecología y odontología de 2:00 a 5:00 de la tarde. Mientras que las dermatológicas sólo se ofrecen los viernes de 8:00 a 12:00 por las mañanas. Cada consulta tiene un costo de RD$20.

MÁS SOBRE LAS ALDEAS

Las Aldeas Infantiles SOS fueron fundadas en el país hace unos 25 años por el austríaco Hermann Gmeiner. Pertenece a SOS Kinderdorf Internacional, que es una institución que trabaja en todo el mundo.

Actualmente existen en el país tres Aldeas, una en Los Jardines del Norte, una en Jacagua, Santiago y otra en el barrio Puerto Rico en Los Mina. Las Aldeas de Santiago tan sólo tienen dos años operando. Estas tres Aldeas acogen actualmente unos 500 niños, en edades oscilantes de 0 a 20 años.

Funcionan en base a una economía subsidiada, un 80% por entidades europeas y 20% por el Gobierno e instituciones privadas.

Además, desde su fundación opera el sistema de padrinazgo, a través del cual cada niño tiene uno o dos padrinos que aportan ayuda económica para el mantenimiento educacional, alimenticio, recreativo y de salud de los infantes. 

También, con el interés de recaudar recursos, actualmente fue creado el  Club de Amigos, a través del cual quien desee hacerse socio puede contribuir económicamente con la cantidad que pueda pagar, ya sea semanal, mensual o anualmente.

En las Aldeas del Barrio Puerto Rico hay 18 unidades familiares y unos 140 niños. Cada aldea debe tener un  máximo de 10 niños dirigidos por una mamá sustituta y se manejan como un barrio, donde cada cabeza de familia (la madre) maneja un  presupuesto, determina cuáles son las necesidades de los hijos y hasta qué desayuno, comida o cena preparar.

De igual modo, el niño SOS es parte de la comunidad en general. Visita a los vecinos, va al colmado, al catecismo y la iglesia, pero, siempre bajo la supervisión de la tutora.

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