Alec Baldwin rompió en llanto cuando una jueza de Nuevo México desestimó el caso por homicidio involuntario contra él por un tiroteo mortal en el rodaje de la película Rust.
El proceso fue anulado a los tres días de iniciarse en Santa Fe, en un tribunal situado a pocos kilómetros del lugar donde Halyna Hutchins, directora de fotografía, recibió un disparo con un revólver que Baldwin utilizaba en los ensayos.
Es la segunda vez que se desestima la causa contra el actor desde el tiroteo, que tuvo lugar en octubre de 2021. No volverá a ser juzgado.
Sus abogados alegaron que la policía y la fiscalía ocultó pruebas -un lote de balas- que podrían haber estado relacionadas con el tiroteo.
Un aspecto clave del caso ha sido cómo la munición real acabó en el plató y los abogados de Baldwin han cuestionado la investigación y los errores cometidos por las autoridades que procesaron la escena.
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Su petición de sobreseimiento desencadenó una serie de acontecimientos sorprendentes, como la dimisión de uno de los dos fiscales especiales que dirigían el caso y la decisión de la juez Mary Marlowe Sommer de que el jurado escuchara a varios testigos.
Las balas, según el abogado de Baldwin, podrían estar relacionadas con la muerte de Hutchins, pero estaban archivadas en un caso distinto y con un número diferente.
Los fiscales argumentaron que la munición no estaba relacionada con el caso y que no coincidía con las balas encontradas en el set de Rust.
Sin embargo, la jueza dictaminó que, a pesar de ello, debían haberse compartido con el equipo de defensa de Baldwin.
«La ocultación voluntaria de esta información por parte del Estado fue intencionada y deliberada», dijo Sommer desde el banquillo.
«No hay forma de que el tribunal corrija este error», remató.
Los fiscales no podrán volver a presentar cargos contra Baldwin, ya que la jueza no declaró nulo el caso, sino que lo desestimó de forma definitiva.
«Era la opción nuclear. El caso ha terminado», declaró a la BBC Joshua Ritter, abogado de Los Ángeles.