Alega fiscal Ceballos Peñaló trató extorsionarlo

<p>Alega fiscal Ceballos Peñaló trató extorsionarlo</p>

POR JUAN M. RAMIREZ
El señor José Almonte Cabrera (Popo) denunció ante la Corte de Apelación de Puerto Plata que el fiscal adjunto de esa localidad, Teódulo Ceballos Peñaló, muerto a tiros el 23 de noviembre pasado, trató de extorsionarlo con la suma de US$30,000 para que matara a una pareja de italianos propietarios de una casa en Sosúa, en la que alegadamente estaba interesado.

La denuncia de Almonte Cabrera tiene fecha del 27 de noviembre del pasado 2006, ante el procurador general de la Corte de Apelación, Felix Alvarez Rivera, asistido del abogado Víctor Mercado Castillo, quien hizo la introducción.

Mercado Castillo comenzó con que fue apoderado como abogado a los fines de apoderar oficialmente los departamentos investigativos de la justicia, con relación a una serie de extorsiones que se hacían por personas civiles encabezadas por el funcionario judicial Ceballos Peñaló.

Expresó que esas denuncias se hicieron en el Departamento de Prevención Contra la Corrupción, en la Procuraduría General de la República.

Luego, el abogado citado presentó ante la Corte a Almonte Cabrera, para que el magistrado lo cuestionara en torno a la querella presentada, cuatro días después de que Ceballos Peñaló fuera muerto.

Almonte Cabrera respondió que la única relación que tuvo con Ceballos Peñaló fue cuando el magistrado le propuso los US$30,000 para matar a Lucho y su esposa Natali, propietarios de la casa.

“Yo estaba en un cruce de camino, a la vera de la casa, él me paró ¿Y qué fulano? Me saludó ¿Oye, fue verdad que los viejos se murieron, los dueños de la casa? Dije no. Tengo una llamada aquí de más o menos 15 días, que ellos me llamaron para un negocio que hay con unos americanos y lo mandamos a buscar para que vinieran hacer el negocio”, explicó.

Fue en ese momento, dijo Almonte Cabrera, que Ceballos Peñaló le propuso darle los US$30,000 para que cuando los viejos vinieran a hacer negocio con los americanos, los matara dentro de la casa y que él averiguaba luego lo de la vivienda y huyera con el dinero.

Expresó que la respuesta a Ceballos Peñaló fue negativa, tras recordarle que llevaba muchos años trabajando con los italianos y que a pesar de su negativa nunca tuvo inconvenientes con el fiscal adjunto.

Precisó que antes de la propuesta, Ceballos Peñaló le había disparado un cartuchazo, en la esquina de la casa,  pero que pensó que no había sido a él.

Dijo que al momento del cartuchazo, hacía alrededor de un mes y medio, es decir en septiembre, que dormía dentro de la casa aunque luego se levantó.

Sostuvo que no puso la querella sobre el disparo y que solo contó lo sucedido a Mario Chesa, con lo que no tenía relación, solo que sabía que el italiano vendió la casa.

Indicó que habló con Ceballos Peñaló en dos ocasiones del tema, primero, cuando se lo propuso a Ramón Rodríguez, su vecino, dentro de la casa y luego cuando lo contactó a él.

Expresó que Ceballos Peñaló “propuso a Rodríguez que le iba a dar un dinero para que me lo diera a mí, porque él necesitaba la casa y a mí que me mudara en una casa”.

Almonte Cabrera dijo en la Procuraduría de la Corte de Apelación que la última vez que vio al magistrado Ceballos Peñaló fue un día antes de la tragedia.

Expuso que ese día Ceballos Peñaló “me propuso que mandara a buscar los viejos que tenía US$30,000 para dármelo y huyera, que había un negocio de urgencia con unos americanos para cuando él viniera que lo matara ahí adentro a palos. Incluso él me propuso traerme otro hombre para que ayudara a matar los viejos”.

Dijo que el fiscal adjunto no le dio el nombre de la otra persona que ayudaría a matar a palos a la pareja de italianos.

Recordó que el día que Ceballos Peñaló tiró el cartuchazo, había un cuñado suyo llegando a la casa, Carlito Rivas, quien se sorprendió y preguntó qué estaba pasando.

Manifestó que antes del cartuchazo conocía a Ceballos Peñaló, pero que no había ninguna relación más que saludarse cuando se encontraban.

Consideró que el cartuchazo a lo mejor tenía la intención de asustarlo para que abandonaran la casa, ya que era el único obstáculo para el propósito del magistrado.

Dijo que desde que tuvo la propuesta buscó a otra persona para que lo acompañara en la casa de los italianos y que se trata de Gleny, quien tiene un salón de belleza.

Precisó que la casa estaba en venta y que los italianos les dijeron que pidiera US$125,000 para que negociarla en US$100,000.

Indicó que desde hacía tiempo Ceballos Peñaló estaba interesado por la casa y que se enteró de ello a través de un teniente pensionado de apellido Ramírez, guardaespaldas de Vladimir Céspedes, quien le advirtió que tuviera cuidado.

“Ramírez me dijo ten en cuenta, es amigo mío, ten cuenta Papo que hay algo planeado conga ti, que como se puede dar no puede darse, pero te tienen un truco para quitarte la casa”, dijo Almonte Cabrera a las autoridades.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas