Las hileras de autobuses ejecutivos estacionados en el Club de Aduanas de la autopista Las Américas el pasado sábado daban una idea del número de empleados que asistieron a la fiesta anual de Distribuidora Corripio (DC). Era impresionante.
Elegantes mesas fueron dispuestas fuera y dentro del salón para acomodar a los cerca de dos mil empleados de las distintas divisiones de esta importante corporación compuesta por: Consumo Masivo, Electrodomésticos, Mundo del Juguete, Tiendas Piruleta, Hackett y Joyería Yanes. Los ejecutivos principales no limitaron recursos para hacer de esta una fiesta sin precedentes.
El encuentro, iniciado a las 10:00 de la mañana, terminó pasadas las 6:00 de la tarde y estuvo cargado de alegría y buena música, que solo se detenía durante los jocosos concursos con que lograron integrar aún más a los asistentes.
Cuando se vio llegar a Manuel Corripio, la merenguera Juliana tenía encendida la pista de baile. Jovial, sereno y fresco, el empresario recorrió cada mesa estrechando manos y ofreciendo abrazos a los protagonistas del encuentro, quienes no dudaron en inmortalizar el momento tomándose fotos con él.
Luego de disfrutar del bufé, las distintas pláticas se fusionaron en una sola expresión que fuerte vociferaba: ¡Llegó papá!, ¡Llegó papá!, ¡Llegó papá!, mientras hacía su entrada Pepín Corripio. Eran poco más de las 4:00 de la tarde y un gran bizcocho esperaba por él para sorprenderlo por su cumpleaños, celebrado cuatro días antes.
Don Pepín, Manuel y Rafaela Corripio, también presente en el encuentro, lucían muy a gusto compartiendo y riendo con sus empleados, en ocasiones moviéndose al ritmo de la bachata de Quico Rodríguez y accediendo a tomarse infinidad de fotos, hasta con güira en mano.
Rifas y reconocimientos. Los empleados de 5 hasta 30 años recibieron reconocimiento; también don Pepín y Manuel.
El entusiasmo continuó con una rifa de electrodomésticos y dinero en efectivo a lo que Pepín, de sorpresa, añadió 500 000 pesos.
El cierre del evento estuvo a cargo del artista urbano Mozart La Para.