La República Dominicana vivió ayer sentimientos encontrados de alegría y tristeza, generados por la medalla de oro conquistada por la judoca Estefanía Soriano y la caída de Juander Santos, quien era el claro favorito para adjudicarse la presea dorada de los 400 metros con vallas del atletismo de los XVIII Juegos Panamericanos.

Soriano fue el punto más luminoso en la jornada de ayer para República Dominicana, cuando se adjudicó la presea dorada de la categoría menos 48 kilogramos, tras vencer en el combate final a la cubana Vanesa Godinez.

Su medalla es la quinta de oro que obtienen los dominicanos en estos Juegos Panamericanos y con ella le pone fin a una racha de seis días sin lograr metales de ese color.

Se recuerda que desde el pasado jueves, cuando el boxeador Rodrigo Marte ganó presea dorada, ningún otro atleta quisqueyano había hecho sonar el himno de la República Dominicana.

Para llegar hasta la disputa del oro, Soriano debió vencer, en su primer combate, a la colombiana Luz Alvarez y, posteriormente, a la chilena Mary Dee Vargas, con cuya victoria avanzó a la final. Soriano, de pasado, se convierte en la primera judoca dominicana en ganar una presea dorada en Juegos Panamericanos.

Caída Juander. La parte triste de la jornada llegó cuando el velocista Juander Santos, el claro favorito para llevarse la medalla de oro de los 400 metros con vallas del atletismo, sufrió una aparatosa caída al rozar el último obstáculo y eso le impidió subir para hacer escuchar el himno de su país.

Producto de lo acontecido, Juander finalizó en el octavo y último lugar, con un tiempo de 2.09.37

El nativo de Bayaguana había avanzado a la final el pasado miércoles, cuando cruzó la meta en la primera posición de su heat.