Aleja fantasma de golpe en AL

Aleja fantasma de golpe en AL

MÉXICO (EFE).- A pesar de la difícil situación que atraviesan algunos países latinoamericanos, no existen posibilidades de que se produzcan nuevos golpes de Estado en la región, afirmó la ministra chilena de Defensa, Michelle Bachelet.

«Creo que no (hay posibilidades de nuevos golpes) porque todos hemos aprendido las lecciones y la cuenta finalmente se les pasa a los militares, y no a todos quienes han estado detrás de esa iniciativa», sostuvo después de una conferencia que pronunció anoche en al capital mexicana.

Bachelet se encuentra de visita en México para sostener reuniones con los ministros de Exteriores y de Defensa de este país y para participar en la IX Conferencia sobre la Mujer, organizada por la Comisión Economía para América Latina el Caribe de Naciones Unidas (CEPAL).

Bachelet fue la primera mujer en ser ministra de Defensa en Latinoamérica y es la figura política mejor evaluada por la opinión pública chilena para convertirse en la sucesora del presidente Ricardo Lagos en 2006.

La ministra, hija de un general constitucionalista muerto por torturas tras el golpe del general Augusto Pinochet en 1973, señaló que los militares están insertados en la sociedad, pero ello no implica que participen en política, aunque «tienen capacidad para apoyar en otras áreas» y «trabajan muy bien en democracia».

Sin embargo, advirtió que una de las amenazas a la seguridad en Latinoamérica son los problemas para asegurar la gobernabilidad y consolidar la democracia, entre los cuales mencionó el populismo.

En la conferencia magistral «El sistema internacional tras nuevas respuestas ante el conflicto», pronunciada en la Cancillería mexicana, Bachelet sostuvo que la nueva amenaza del terrorismo ha modificado las agendas de seguridad nacionales, regionales y globales.

Señaló que los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, además de poner el terrorismo en el centro de la atención pública, supusieron la aparición en escena de grupos «capaces de imponer cambios estratégicos en los Estados más poderosos».

En este caso fue la decisión de EEUU de iniciar su cruzada planetaria contra el terrorismo, dijo.

Bachelet agregó que la victoria de los socialistas en España tuvo que ver con la decisión de los electores de retirar el apoyo a un gobierno (el de José María Aznar) que apoyó a Estados Unidos en sus planes de ataque a Irak.

La ministra también se refirió al debate sobre la reforma al sistema interamericano de defensa y la consideración de nuevas hipótesis de conflicto, como el terrorismo, el narcotráfico y la pobreza.

Señaló que el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), suscrito en 1947 y base del sistema de defensa continental, que fue desechado por México en 2002, «es un mecanismo de solidaridad que sigue siendo válido», pero sólo es «una partecita» de la estructura de acuerdos sobre seguridad en la región.

En ese sentido, comentó que sería «bueno» que América Latina tuviera «más espacio» en el Consejo de Seguridad de la ONU, en el que actualmente tiene dos miembros no permanentes: Brasil y Chile.

Bachelet negó que Chile esté inmerso en una carrera armamentista y aseguró que las compras de aviones y fragatas se enmarcan dentro de la renovación de armamento obsoleto y reducción de las Fuerzas Armadas chilenas.

«No vemos ningún peligro, porque Chile está contento con su ‘statu quo’ territorial y no tenemos afanes expansionistas. Queremos ser los mejores vecinos y los más transparentes», afirmó.

Destacó que en los últimos años Chile ha avanzado con sus vecinos en medidas de confianza mutua y transparencia de los gastos de defensa.

Respecto a Bolivia, insistió en la tesis de que Chile considera que «no hay temas pendientes» en la relación bilateral porque hay tratados firmados y expresó la «mejor disposición» de su gobierno para «buscar una solución que permita tener acceso al mar» a esa nación, que perdió sus costas en una guerra con Chile en el siglo XIX.

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