Uno de los aspectos más admirables del deporte adaptado es que sus atletas logran hacer lo que personas sin discapacidad, en general, difícilmente conseguirían.
Y es que la nadadora y medallista paralímpica Alejandra Aybar, de 30 años, se ha demostrado a sí misma, a los jóvenes que empiezan en el deporte y a las personas con capacidades distintas, que siempre hay formas de superarse. Aybar se consagró, el pasado 27 de agosto, como la primera en ganar medalla en natación durante unos Juegos Parapanamericanos.
Durante los últimos cuatro años, entre una y otra competencia, la nadadora ha alimentado la idea de convertirse en una atleta de élite.
Sin embargo, ser una deportista de alto rendimiento no era algo que ella planeara, todo nació gracias a las indicaciones médicas, “hace cuatro años mi doctor me lo indicó debido a una lesión de rodillas que sufrí, tenía que realizar ejercicios y el único deporte que puedo hacer es natación”, cuenta.
Alejandra quién es egresada de ingeniería industrial del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), nació en Azua hace 31 años, con la condición de osteogénesis imperfecta, una enfermedad que le provoca debilidad en los huesos, por lo que ha sufrido múltiples caídas y fracturas que le generan dificultad para caminar, pero como ella misma señala, “en la piscina se siente segura y puede valerse sin ayuda”.
Romance con el agua. En enero del 2015, recuerda la nadadora, que inició sus clases en el Centro Olímpico, “en principio solo iba un día a la semana y no avanzaba mucho, ya me habían dicho que por mi condición podía retrasar el grupo y eso me creó un bloqueo”, asegura.
Prosigue que luego de muchas prácticas, le nació la idea de competir, tras ir participando en algunas competencias regulares, llegando a alcanzar un nivel avanzado.
Tras mucho tiempo de entrenamiento, en el 2016 compitió por primera vez, donde aseguró se sentía libre. Aybar se mantuvo entrenando con atletas que no tienen ninguna condición especial, pues en el país ella es única en su clase en estos momentos a nivel competitivo.
Alejandra, participó por primera vez en la Serie Mundial de Natación Paralímpica, en la Universidad de Indiana, Indianápolis, celebrada en el año 2017, donde conquistó medalla de bronce en los 50 metros mariposa con un tiempo de 49 segundos y 64 centésimas. Quedó cuarto lugar en los 100 metros libre, y quinto lugar en los 400 metros libre.
“Luego el año pasado (2018) debido a la remodelación del centro acuático del Centro Olímpico yo me muevo al Club Naco y me integro al equipo Delfines del Naco Masters, con mi entrenador actual Gálvez Capriles”, explica.
Afirma Aybar que ahí es donde siente que se convirtió en una atleta élite. “Además de todo el entrenamiento físico que recibo para una competencia, Capriles me ha entrenado la parte emocional”.
Su última gran hazaña fue en los Juegos Parapanamericanos de Lima, Perú, al participar en natación paralímpica en modalidad 100 metros pecho SB6. Donde ganó el segundo lugar y un pase a las grandes ligas del deporte. Aybar obtuvo la presea de plata al completar el circuito en un tiempo de 02:06.56.
“Lograr ese tiempo me costó junto a mi entrenador muchas horas de trabajo, entrenar sin descanso y aguantar mucho dolor”, concluye.
Actualmente Alejandra divide su tiempo entre trabajar como ingeniera en una empresa en el Parque de Zona Franca las Américas hasta las 4:00 de la tarde, luego entrenar. También es miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.