Aléjanse posibilidades de un Papa latinoamericano

Aléjanse posibilidades de un Papa latinoamericano

CIUDAD DEL VATICANO (AFP).- Simpáticos y respetados pero no apoyados como favoritos: entre los 20 cardenales latinoamericanos que participarán desde el lunes en el Cónclave que elegirá al sucesor de Juan Pablo II hay algunos nombres que suenan con fuerza pero ninguno de ellos está entre los grandes favoritos de la Curia Romana.

Para los vaticanistas mejor informados, el arzobispo de Sao Paulo, Claudio Hummes, el de Tegucigalpa, Oscar Rodríguez Maradiaga, el de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, y el prefecto de la Congregación para el Clero, el colombiano Darío Castrillón Hoyos, podrían tener posibilidades en esta elección.

Los más optimistas incluyen en esta lista también al chileno Francisco Javier Errázuriz y al cardenal mexicano Norberto Rivera.

Pero para gran decepción del subcontinente, donde vive la mitad de los católicos del mundo, todos ellos son más bien candidatos de segunda fila, es decir, nombres que entrarán en juego una vez que los grandes favoritos no reciban el consenso necesario.

«Es una posibilidad muy pequeña porque América Latina sigue estando a un lado del mundo. Es díficil por tanto que salga un papa de aquí pero puede ser que ocurra, porque el Espíritu Santo nunca nos preguntó nada», recordó el cardenal brasileño Paulo Evaristo Arns, de 83 años, que no participa en esta elección.

Según él, América Latina no pesa en el mundo con la misma fuerza que Europa o incluso Asia.

No obstante, durante el fin de semana, la prensa italiana destacó la figura de Castrillón, de 75 años, como candidato intermedio perfecto entre el rigor del cardenal alemán Joseph Ratzinger y el caracter más popular y cercano de Dionigi Tettamanzi, arzobispo de Milán.

Según el vaticanista del diario Il Messaggero, Orazio Petrosillo, hay dos tendencias entre los cardenales latinoamericanos »papables»: aquellos que siguen el camino de Juan Pablo II y los considerados demasiado modernos o próximos a la Teología de la Liberación.

En esta última se destaca Maradiaga, al que el experto italiano atribuye una «fantasía y vitalidad caribeñas» que le dejan directamente fuera de juego en esta elección, pese a que en encuestas difundidas en internet es uno de los grandes favoritos por representar un rostro renovado de la Iglesia.

«En estos días, la Curia Romana prefiere la candidatura del conservador Ratzinger a la de cualquier latinoamericano considerado anticuria», asegura el experto.

En el grupo de los candidatos «serios», Petrosillo sitúa al arzobispo de Sao Paulo, Claudio Hummes, al que el vaticanista italiano Giancarlo Zizola describe como un hombre con una visión muy lúcida del estado de la fe en América Latina.

Hummes es también uno de los preferidos en las quinielas de papables que se multiplicaron en internet en los últimos días.

Su pasado cercano a la teología de la liberación, su amistad con el presidente Luiz Inacio Lula da Silva y su evolución posterior hacia posturas más conservadoras sin perder su talante humano en una diócesis difícil como Sao Paulo hacen de él un candidato respetado por todos.

Mientras tanto y visto que los cardenales todavía no han llegado a un consenso, en la prensa mexicana, centroamericana, argentina o brasileña, se sigue apostando por los respectivos candidatos nacionales.

Con entusiasmo pero con mesura ya que en las primeras reuniones de cardenales se filtró que los purpurados latinoamericanos decepcionaron por su bajo nivel teológico, lo cual mostró que la región no está lista para alumbrar un papa.

Sin embargo, es verdad que los cardenales presentados como favoritos, son más bien los candidatos de la prensa y los vaticanistas, ya que los purpurados no han pronunciado una palabra al respecto, cumpliendo su juramento de silencio.

Además, si se cumple el dicho «quien entra papa en un cónclave sale cardenal», algún purpurado latinoamericano podría recibir una sorpresa en los días venideros, como ocurrió en 1978 con el entonces desconocido polaco Karol Wojtyla.

 

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