POR LOYDA PEÑA
El sacerdote y economista José Luis Alemán afirmó ayer que la reforma fiscal que se necesita debe tener como elementos fundamentales la salvaguarda de los sectores productivos y el establecimiento de impuestos directos, y sugirió que la exención a los asalariados sea reducida a RD$$120,000 ó RD$130,000.
Dijo que en este tiempo de crisis en que incluso la situación energética es «catastrófica», las tasas de interés son muy altas para solucionar el problema de los bancos quebrados, y hay dificultades por el precio del petróleo, hay que garantizar la rentabilidad del empresariado para que pueda competir con las naciones con la que los obliga el Tratado de Libre Comercio (RD-CAFTA) firmado por la República Dominicana con los Estados Unidos.
«La política no se hace con teoría sino con realidades, y hay que hacer un equilibrio entre lo ideal y lo factible, pero para mí, está muy claro que en el momento actual hay que salvaguardar dos cosas: primero, que los productores nacionales, empresarios, industriales, etcétera, hay que descargarlos de un peso enorme que vino de la necesidad de ajustes fiscales, más o menos mal hechos o imposible de hacer, como el recargo cambiario y las cargas que pagan 13% por cada cantidad que usted importa», dijo el sacerdote.
Agregó que la segunda meta de todo impuesto fiscal debe ser «gravar la capacidad de pago, o sea, las ganancias, sean los salarios, los alquileres, las rentas, los intereses», ya que alzarle el peso de las cargas al uso que hagan las personas y los actores económicos de sus ingresos, a la larga grava a toda la población, independientemente de que hayan tenido beneficios o no.
En opinión del economista y religioso, todo eso es lo que debiera ser objeto directo, en un Estado que quiere buscar cierto grado de justicia social.
Señaló que si bien la República Dominicana empezó más tardíamente que otros países de América Latina, su apertura a la economía del mundo, parte del gasto público debió invertirlo en la infraestructura física que hace falta para eso.
Alemán habló en esos términos al participar como invitado en el programa «Líderes», que produce todos los domingos el licenciado Orlando Jorge Mera por Color Visión.
Señaló que si la condición de ser ciudadano es tener obligación y derecho, debe haber un equilibrio social en el que haya interés por la ciudadanía en su gobierno, «y no querer aprovechar el gobierno para resolver todos los problemas habidos y por haber».
Alemán, no obstante, que obviamente hay que pasar de un Estado inversionista a uno que satisfaga las posibilidades de que la gente se supere a sí misma, para lo cual dijo, es «imprescindible» un cambio en la distribución del gasto público.
Afirmó que, contrario a lo que la gente piensa, el índice más bajo del subdesarrollo es el porcentaje de inversiones que se hacen, y no el del gasto corriente, «bien orientado y bien monitoreado en salud, educación y medio ambiente».