Hoy 
BERLIN, Alemania. En medio de la campaña de las elecciones parlamentarias de mañana, un entusiasmo vibrante envuelve a la población alemana, que se prepara para celebrar el 9 de noviembre el 20 aniversario de la caída del muro de Berlín, establecido como Día de la Unidad de Alemania.
Los partidos Unión Demócrata Cristiana (CDU), que lidera la canciller Ángela Merkel, y Social Demócrata (SPD), bajo las riendas de Frank Steinmeyer, que conforman la coalición gobernante, ahora pujan de manera independiente por alzarse con la victoria al formar un gobierno con nuevos aliados.
De lograr de nuevo la mayoría en el Parlamento o Bundestag, compuesto por 612 diputados, el CDU buscaría una alianza con el Partido Liberal Democrático (FPD) para reelegir a Merkel, quien se convirtió en el año 2005 en la primera mujer que ejerce el puesto de canciller de Alemania.
Por su lado, el SPD lucha por una votación que le permita controlar el Bundestag y elegir a Steinmezer como canciller, que es el principal cargo político de la nación.
Los amarres. Como se puede observar, después del certamen electoral de maña, comienza una segunda contienda entre los partidos en procura de coaliciones para elegir el o la canciller con amarres entre los que no se descarta una nueva alianza CDU-SPD.
En los comicios también participan la Alianza 90/Los Verdes y el Partido de la Izquierda (PDS), dirigido por los antiguos comunistas de la Alemania del Este. Según la legislación de aquí, tienen derecho a sufragar los alemanes mayores de 18 años. En total son de 61 millones de electores, de una población que supera los 83 millones de habitantes.
¡Qué diferencia!. Solo los partidos mayoritarios invierten en la campaña proselitista más de 50 millones de euros.
Los mensajes publicitarios no pueden exceder el minuto y 30 segundos y en los canales oficiales solo pueden ser pasados siete veces al día. La campaña se concentra en los medios electrónicos y en afiches, aunque no abundantes ni son colocados en las zonas céntricas ni turísticas. No se observan cruzacalles, caravanas ni altoparlantes y los berlineses transitan por calles y avenidas al parecer ajenos al proselitismo.
Historia de represalía y de dolor
El Muro de Berlin también llamado Muro de la Vergüenza, fue construido por los comunistas de la desaparecida Alemania Oriental, autoproclamada República Democrática Alemana, y estuvo en pie desde el 13 de agosto de 1961 hasta el 9 de noviembre del 1989.
Como resultado de la dura vigilancia de los comunistas, se calcula que en el intento de cruzar el muro hacia Alemania Federal murieron unas 270 personas.
Entre los actos conmemorativos de la caída del muro, figura una marcha de artistas plásticos de todo el mundo que exhibirán sus obras alusivas mediante pancartas tipo dominó que simularán la línea de la muerte que separó a Alemania por 28 años. Ideado como un muro de protección antifascista por la comunista Alemania Oriental, formó parte de las fronteras interalemanas durante 28 años y que separó a Alemania Occidental de la Alemania Oriental.
Su dimensión
El muro se extendía por 45 kilómetros que dividían la ciudad de Berlín en dos y 115 kilómetros que separaban a la parte occidental de la ciudad del territorio de la oriental. Fue uno de los símbolos más conocidos de la Guerra Fría y de la separación de Alemania.
Se reportaron 33 muertos por la detonación de minas. En cuanto a la totalidad de muertos por intentar saltar el muro las cifras varían entre 270 y 125, no hay un dato oficial concreto al respecto.
