Alemanes Sosúa aseguran fueron torturados por PN

Alemanes Sosúa aseguran fueron torturados por PN

Sosua, Puerto Plata. El 18 de octubre de 2012, un día después del allanamiento de la Mulata III en Sosúa, los propietarios  y accionistas de la Academia AFFH S.R.L entendieron por qué un grupo de policías entró a su propiedad, golpeando a todo el mundo y sin presencia de un fiscal: Klaus Dieter Müller había planificado la operación y logró llevarla a cabo después de pagar mucho dinero a los fiscales, policías y a otras personas.

Así se lo habría confesado Müller a uno de ellos, Gunter Peter Lauer, cuando lo visitó en la habitación del hospital en el que estaba recluido a causa de los golpes que recibió el día anterior.

 Allí le dijo, además, que también los pondría en dificultades en Alemania. 

“No pasó nada similar porque tiene un proceso penal por prestaciones sociales con su pareja, Georgia Monter, obtenidas por astucia. El engañó al seguro médico de su pareja durante años y obtuvo pagos injustos por astucia. A él le espera un cargo judicial allí y aquí vino también a querer adueñarse de lo que no es de él”, explicó  el grupo.

Los hechos. Eran las 8:00 de la mañana del miércoles 17 de octubre cuando Gunter Peter Lauer se dirigía a la finca de los esposos Michael y Heike Salb.

En ese momento vio cómo  llegaban unas unidades de la Policía Nacional  con  25 agentes bien armados y, al verlo, se lanzaron sobre él y le quitaron su aparato de radio.

En ese instante se devolvió a su casa y  vio cómo se amotinaban  frente a la casa de Peter Brunck, quien salió para preguntar qué pasaba.

“Mi esposo y yo no encontramos ninguna explicación a aquella acción. El señor Brunck y su hijo Daniel le dijeron que ellos querían hablar con el jefe de la misión. ¿Dónde está el fiscal?, les preguntaron (a los policías). Pero nunca les dieron una respuesta sino que la ira y el desorden predominó y todos se lanzaron sobre ellos y les dieron golpes, los torturaron con patadas”,  cuenta María Magdalena Lauer, esposa de Gunter.

  En ese momento su esposo, que no habla español, le decía con rabia: “Es que esto debe ser un atraco, esos no son policías de verdad, Esto no puede ser una acción legal, en ningún país del mundo la Policía puede entrar en un terreno privado sin fiscal o juez y sin orden de entrada y registro. Es impensable, decía muy atormentado”, recuerda Lauer.

Al ver lo que sucedía,   Gunter Peter Lauer fue  en ayuda de los Brunck  pero,  al llegar al lugar,   también fue golpeado y tirado al piso.

“Pensaba ayudar a los Brunck pero en seguida lo maltrataron, le dieron con la culata de fusiles, patadas y golpes. Le dieron tantos golpes por todo el cuerpo que mi esposo sufrió una hemorragia interna y tuvo que ser atendido de emergencia aquí y luego se fue a Alemania y allí lo operaron”, explicó María Magdalena entre  lágrimas.

Por otro lado, Lilnich Muhl asegura que después de un tiempo de   maltratos y torturas, Peter Dittrich y el jardinero de la casa de los Brunck salieron al lugar de la escena y los policías,  sin mediar  palabra,  comenzaron a disparar. Los dos resultaron muertos.

“Entraron a varias fincas, sin tener órdenes de nada y saquearon nuestras casas. Hay un listado, quizás incompleto, de las cosas que se robaron. La casa de los esposos Lauer fue saqueada  por completo, se lo llevaron todo,  la dejaron vacía completamente. Ella, María Magdalena, vio todo desde la casa del frente. Vio cómo los policías armados entraron a su casa  y se llevaron todo en los mismos vehículos de la Policía Nacional”, contó Muhl.

Los demás miembros del grupo, Esther Battaiwi, Ellen Platen, Nils Nepper, Sandra Pptrgen  y Ute Moch Hullen, aseguran que la experiencia que vivieron fue horrible y que ha sido muy penoso saber que viven en un infierno.

Según ellos,  Klaus Dieter Müller logró, a través de sus mentiras y calumnias,  engañar a la Fiscalía de Puerto Plata, a los políticos y  a  la Policía Nacional, a la que no le justifican su accionar porque ellos están para poner el orden y  para escuchar a todas las personas.  

Recalcaron que durante esa acción,  en la que   Dittrich y el jardinero  fueron asesinados sin justificación,  muchos otros residentes  de la Mulata  fueron torturados cruelmente y gravemente heridos, algo  confirmado en la última semana por la investigación hecha bajo la supervisión del Inspector General de la Policía.

 Además, señalaron, hay  grabaciones de las cámaras de vigilancia que  prueban esto  irrefutablemente.

“Veinticinco  agentes de la policía tienen que justificarse  en el Departamento Interno, en el Palacio de la Policía Nacional, en Santo Domingo, además la  Fiscalía debe dar una explicación de esa actuación y el por qué no nos han entregado los documentos  y por qué el caso está guardado y no se nos ha dado una explicación. Hemos esperado  más de  8 meses y aún no hay nada”, se quejó el grupo.

ZOOM

¿Y sus cosas?
 Peter Brunck, gerente del complejo y de la academia, se querelló por todo el daño que se produjo durante el allanamiento policial. También reclama saber dónde está su  bomba de insulina, que cuesta unos 10 mil euros y que los miembros de la Policía Nacional le quitaron cuando lo torturaron y lo lanzaron al suelo. Además quiere una explicación sobre el dinero que tenían  para concluir una de las aulas de la escuela y una cancha deportiva.

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