Berlín.– El grupo Volkswagen comunicó hoy que la Oficina Federal de Vehículos a Motor (KBA) alemana ha dado su visto bueno a la solución técnica que planteó para subsanar el trucaje en las emisiones de los modelos VW Polo y Seat Ibiza diésel de 1,2 litros.
La compañía alemana, el mayor fabricante de vehículos de Europa, revisará unos 460.000 vehículos en Alemania para que “tras la reparación los vehículos cumplan todos los requisitos legales”, según un comunicado.
La reparación para subsanar el trucaje en estos modelos del escándalos de la manipulación de las emisiones -que en total afecta a unos 9,5 millones de vehículos en todo el mundo de distintos modelos y marcas- debería haber empezado el 30 de mayo.
No obstante, por diversos motivos la compañía no ha podido poner en marcha el proceso hasta ahora, lo que plantea dudas sobre el objetivo del grupo automovilístico de reparar todos los vehículos afectados en Alemania en 2016.
VW lleva meses dedicada a subsanar la crisis que se destapó el pasado septiembre, cuando las autoridades medioambientales de EEUU denunciaron que muchos vehículos diésel de la compañía contaban con un sistema que trucaba sus emisiones de gases contaminantes.
Por un lado, el fabricante está buscando soluciones técnicas para reparar todos los vehículos afectados, para que cumplan en todo momento los requerimientos legales.
Por otro, está afectada por una serie de querellas en distintos países, tanto por denuncias de usuarios que quieren una compensación económica por la manipulación como de accionistas que han visto como los títulos de VW se hundían en bolsa a causa del escándalo. VW llegó recientemente a un acuerdo con un grupo de usuarios en Estados Unidos para compensarlos por un valor total de 15.000 millones de dólares.