San Petersburgo- Alemania se proclamó campeona de la Copa de las Confederaciones por primera vez en su historia al ganar 1-0 en la final a Chile, este domingo en San Petersburgo, mientras que México no entró en el podio al perder con Portugal (2-1) el partido por el tercer puesto.
La final se decidió por un error de Marcelo Díaz que aprovechó Lars Stindl (20). La bicampeona de la Copa América (2015 y 2016) no pudo encadenar un nuevo título, esta vez en una cita de ámbito mundial, por su falta de eficacia ante la portería (20 tiros, 8 a portería), frente a un equipo alemán que impuso su fútbol pragmático.
«Nos faltó esa contundencia que mostramos en otros partidos. Hoy no solo no pudimos concretar esas ocasiones, sino que fue controlando mucho el juego, teniendo el dominio total», lamentó el seleccionador chileno Juan Antonio Pizzi.
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Exceso de confianza. Un exceso de confianza lo cambió todo. Marcelo Díaz se entretuvo con el balón, Timo Werner se lo rebañó y ante la salida desesperada de Claudio Bravo jugó atrás para que Stindl empujara a placer. Antes, Chile había sido un vendaval, aunque bien sujetado por los defensas y el arquero Marc-André Ter Stegen, mejor jugador del partido.
A pesar de su inexperiencia internacional, los alemanes demostraron oficio para capear a la bicampeona de la Copa América. «Nos batimos por cada metro de terreno.
Estoy superorgulloso de los jugadores, es una actuación extraordinaria en el torneo. Hoy estaban un poco nerviosos, pero una final es algo mágico», dijo el seleccionador alemán Jurgen Löw.
La rejuvenecida Alemania, con solo tres campeones del mundo de 2014 (Joshua Kimmich, Mathias Ginter y Julian Draxler), confirmó que está preparada para tomar el relevo de los Thomas Muller, Toni Kroos, Mesut Ozil y demás referentes.
Su capitán Draxler fue elegido mejor jugador (Balón de Oro) del torneo, mientras que Claudio Bravo fue mejor portero y Werner, con con tres goles y dos asistencias, mejor goleador. «Creo que hemos aprendido mucho con el correr de los años.
Nos vamos con las manos vacías, dimos todo en un gran partido. La diferencia no fue lo que se mostró en el partido, perdimos el título. Una jugada determinó el trámite», analizó Bravo. Fue la culminación de un fin de semana de ensueño para el fútbol alemán, que el viernes ganó el Europeo sub-21 en Cracovia al vencer 1-0 a España en la final.
Un penal en la prórroga. Horas antes, en Moscú, México se despidió de la Confederaciones con una derrota cruel: perdió 2-1 en la prórroga frente a Portugal con un gol de penal. En el choque disputado en el Estadio del Spartak Moscú, Portugal dispuso de dos penales. El primero se lo despejó Guillermo Ochoa a André Silva (16) y en el segundo Adrien Silva no falló (104).
En medio marcaron Luis Neto en propia puerta para adelantar al Tri (54) y en la prolongación Pepe logró el empate (90+1). En la prórroga, el partido subió de pulsaciones más de lo permitido.
Se sucedieron algunas acciones feas y el árbitro saudí Fahad Al Mirdasi expulsó por doble amarilla a Nelson Semedo (106) por el lado portugués y a Raúl Jiménez (112) por el mexicano Además, el seleccionador del Tri Juan Carlos Osorio también fue expulsado por insultar al colegiado, cuando se quejó porque no utilizara el vídeo de asistencia (VAR) en un posible penal a Héctor Moreno al final de la prórroga.
El árbitro sí había utilizado el VAR para sancionar el primer penal portugués. Una vez más, como a lo largo de todo el torneo, quedó en entredicho cuándo se utiliza la tecnología y cuándo no. «Infantino (presidente de la FIFA) estaba ahí, es un tema muy polémico y va a seguir siéndolo. Unas jugadas sí, otras no… Tendrán que mejorarlo, tendrán que buscar la forma de que sea lo más justo posible», estimó el arquero mexicano Memo Ochoa.