Mientras tanto, en la ciudad de Deggendorf, donde reventaron los diques, la situación es delicada.
Las inundaciones primaverales que afectan Europa central ya han dejado 13 muertos, y tan solo en Alemania llevaron a la evacuación de unas 30.000 personas.
La Comisión Europea advirtió que se ha quedado sin fondos de emergencia para asistir a los países afectados.