El ministro alemán de Sanidad, Karl Lauterbach, advirtió hoy que Alemania no puede enfrentar la ola de verano del coronavirus sin precauciones, al tiempo que anunció un paquete de siete medidas para preparar la llegada del otoño.

En una rueda de prensa para analizar la situación de la pandemia en el país, Lauterbach señaló que hay que tomarse en serio esta ola de verano, pero sin que cunda el pánico.

Precisó que las subvariantes de ómicron BA.4 y BA.5 que avanzan ahora en Alemania son menos peligrosas que la variante delta, y agregó que muchas personas están vacunadas y muchas otras han superado una infección con BA.2, que ofrece también una protección relativamente buena.

Para el verano recomendó el uso voluntario de la mascarilla en espacios interiores como algo que debería formar parte de la “normalidad” y se mostró partidario de una gestión “más generosa” de la segunda vacuna de refuerzo, es decir, no limitar su recomendación a mayores y grupos vulnerables.

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Recordó, además, que debido a la elevada transmisibilidad de la variante BA.5, el conocido efecto de la temperatura veraniega sobre la evolución de los contagios se desvanece.

En primer lugar, se está trabajando en una campaña de vacunación con tres preparados diferentes – el clásico y los adaptados de las empresas Moderna y Biontech basados en la tecnología mRNA- y en segundo, se elaborará un concepto de testeo.

El vicepresidente del Instituto Robert Koch (RKI) de virología, Lars Schaade, confirmó por su parte el aumento de la incidencia acumulada, que hoy se sitúa en 427,8 nuevos contagios por cada 100.000 habitantes en siete días, frente a 318,7 hace una semana. Lauterbach estimó en un 100 % la proporción de casos no detectados, es decir, situó la cifra real de positivos en el doble.