“Alergia al wifi”, ¿Mito o realidad?

“Alergia al wifi”, ¿Mito o realidad?

Se cree que las nuevas tecnologías están provocando toda una revolución más allá de las comunicaciones, pues según varios estudios y sucesos parecen ser también las responsables de la “alergia al wifi”, una enfermedad que según algunos científicos podría convertirse en una de las más extendidas en el siglo XXI.
La electrosensibilidad, como es nombrada por muchos, no está catalogada oficialmente como enfermedad, pero es citada por pacientes en varios países como causa de malestar y dolencias.
Lo cierto es que se sabe poco sobre esta dolencia que aunque parece depender del desarrollo tecnológico lleva varios años sumando afectados -aunque su impacto sobre la salud no depende exclusivamente de redes inalámbricas-,
Lo que sí se sabe es que se trata de una enfermedad generada por la exposición continuada a campos electromagnéticos y que puede dar lugar a síntomas como la pérdida de la memoria a corto plazo, vómitos, dolores de cabeza, mareos o irritación, que se intensifican cuando el afectado permanece próximo a aparatos eléctricos.
Estudios realizados por científicos independientes indican que, a día de hoy, la electrosensibilidad podría afectar a una de cada mil personas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que las personas que sufren electrosensibilidad presentan “una variedad de síntomas inespecíficos”, pero añade que “no es un diagnóstico médico”.
Asimismo, un comité científico de la Unión Europea concluye que no hay pruebas científicas que prueben la existencia de la dolencia, aunque animan a seguir investigando.
No obstante, el Consejo de Europa pidió reducir la exposición a ondas electromagnéticas y en Suecia está admitida la incapacidad a las personas que padecen la dolencia.
Casos. Uno de los casos más sonados de “alergia al wifi” es el de Rosa C.T., una funcionaria española de la Generalitat que solicitó una pensión por incapacidad permanente.
La funcionaria, que lleva tres años de baja, indica que sufre dolor de cabeza, fatiga y dificultad para concentrarse, unos síntomas que desaparecen cuando se aleja de las ondas. Ahora, el Juzgado de lo Social número 1 de la ciudad de Lérida estudia su reclamación.
Yolanda Barbazán es otras de las personas que dicen estar afectada por la “enfermedad”.
“En la oficina me molesta mucho el ‘router’, pero no puedo hacer nada porque, según la empresa es lo que tiene el progreso”, dice.
Explica que cuando sus compañeros descargan datos le duele mucho la cabeza.
Similar es el caso de María Jesús, quien afirma que la radiación desprendida por aparatos eléctricos de cualquier clase le ha afectado bastante.
“Mi día a día tiene picos, la paso mal a mediodía cuando los vecinos ponen la televisión; también por la tarde, cuando la gente enciende los ordenadores y pone el wifi”, describe.
Hasta el momento, solo se han registrado casos del posible padecimiento en algunos países europeos, teniendo España el mayor número de afectados.
Sin embargo, Suecia es el primer país que ha reconocido la electrosensibilidad como enfermedad y en consecuencia como causa de baja laboral. No solo no ha hecho falta un pronunciamiento por parte de la OMS para conseguirlo, sino que el Parlamento Europeo ya ha solicitado a todos los estados miembros seguir los pasos de Suecia y reconocer la electrosensibilidad del modo que merece.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas