Alergias de primavera en los niños: conozca la “ fiebre del heno”

Alergias de primavera en los niños: conozca la “ fiebre del heno”

Es muy probable que haya escuchado de ella antes y quizás pensado en una enfermedad extravagante y peligrosa, de esas que jamás han llegado a esta isla.

Sin embargo es un mal medianamente común en el mundo, e incluso en nuestro país, que puede afectar a nuestros pequeños.

La rinitis alérgica. La “fiebre del heno”, es un transtorno inmunológico, descrito por primera vez por el médico inglés John Bostock en 1819.

Su verdadero nombre es “rinitis alérgica”, pues tal y como señala la alergista Patricia Latour “no produce fiebre y no es el heno su causa”.

Entonces, ¿qué es la rinitis alérgica? y si ésta afecta a nuestros niños, ¿qué medidas podemos tomar para contrarrestarla?

Para responder a estas preguntas nos auxiliamos del conocimiento experto de las las alergistas Ediza Giráldez y Patricia Latour.

Causas y síntomas. La doctora Giráldez explica que la rinitis alérgica ocurre “cuando el sistema inmune reacciona a partículas alergénicas (alérgenos) que hemos inhalado del ambiente como el polvo, las esporas de humedad, pólenes etc. A esto podemos añadirle además “epitelios de animales, hongos de humedad, cucarachas, y alimentos”, señala, por otra parte, Latour.

“La rinitis afecta la mucosa (o piel) que recubre las fosas nasales, produciendo congestión, estornudos, comezón, aumento de las secreciones nasales y goteo post-nasal. Las personas alérgicas también pueden presentar esta inflamación en los bronquios causando asma o en los ojos conocido como conjuntivitis alérgica”, afirma Giráldez.

Lo que ocurre en nuestro cuerpo es que se da “la activación celular de dos tipos de células inflamatorias llamadas mastocitos y basofilos, que producen sustancias inflamatorias, como la histamina, que a su vez son la causa de los síntomas ya mencionados”, señaló Giráldez.

La doctora Latour señaló que el anticuerpo IgE o inmunoglobulina E, que se encuentran en las mucosas, la piel y los pulmones, es el que desencadena este proceso en el sistema inmunológico.

¿Todo el año? Aunque en otros países con climas diferentes suele ser un mal de carácter estacional, en el nuestro está presente durante todo el año, con la salvedad de que al no haber altas concentraciones de polen, debido en parte a que la brisa tropical se encarga de barrerlo del ambiente, “al parecer, los más implicados (por las respuestas a las pruebas cutáneas hechas a miles de pacientes) son los pólenes de gramíneas, ( yerbas, grama), afirma la doctora Latour. “Tenemos alérgenos todo el año”, concluye.

Observe a sus hijos. La doctora Latour advierte que existe un riesgo doble para nuestros hijos en caso de que no detectemos los síntomas de la rinitis alérgica en ellos a tiempo: “Si estos síntomas, la congestión nasal, y la comezón nasal no se corrigen a tiempo, traen con alta frecuencia malformaciones en la arcada dental superior, por la respiración oral que tiene que adoptar produciendo una “cara de pajarito”, con proyección de los dientes superiores y el labio superior, boca abierta para respirar, reducción del maxilar inferior, ojeras permanentes y si existe mucha comezón ocular hasta queratocono o sea daño en la córnea”, alerta.

Para su tratamiento se utilizan antihistamínicos y descongestionantes nasales así como la inmunoterapia o vacunas alergénicas que deben ser prescritas por un especialista y que por supuesto dependerá de la edad del infante y su condicióm clínica.

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