ALERTA. Ada Balcácer no se duerme en sus laureles: se renueva y autodesafía

ALERTA. Ada Balcácer no se duerme en sus laureles: se renueva y autodesafía

Juan Freddy Armando.

La insigne maestra Ada Balcácer, es, entre los y las artistas dominicanos, la más laureada. Con el mayor número de premios y reconocimientos. Entre ellos, el máximo galardón: el Premio Nacional de Artes Plásticas 2016, otorgado por el Ministerio de Cultura de República Dominicana, el cual ella rechazó debido a la firme defensa de sus criterios sobre los que deben ser las directrices del manejo de las políticas culturales y nacionales.

No obstante, ella no se duerme en sus logros ni en el prestigio nacional e internacional de su exitosa trayectoria. Como ya he dicho, se reinventa y desafía a sí misma frente a cada lienzo en blanco, frente a cada nueva idea pictórica que se le ocurre.

NO SE REPITE NI DESGASTA

Ada no hace como muchos artistas de nuestro país y otros lares del mundo, quienes luego de lograr un nombre social, prestigio de consagración establecida, se duermen en sus triunfos y empiezan a repetirse, a copiarse a sí mismos, a plagiar su propia obra. Con ello, caen en la vejez, el anquilosamiento, la parálisis de los años viejos, que los apresan con el enjambre de los otrora innovadores símbolos, ahora resquete-usados.

Los mercaderes del arte y dueños de salas de exposición los estimulan al autocalco, y algunos coleccionistas desaprensivos estimulan también esta conducta, ya que les interesa para una posterior reventa de los cuadros, que sus prospectos de clientes vean el “sello” la supuesta “impronta” del artista.

A lo peor lo hacen por estar cansados. Quizás por improductivos. Quién sabe si por haraganes. Tal vez acabados y su sequía, su erial creativo los obliga a copiarse, a recrear los mismos íconos, iguales otredades, semejantes jueguitos, fiambres de sí mismos. Y en el peor de los casos, con el menudo y mendaz propósito de solo vender lo ya vendido, dar lo ya dado, repetir lo repetido, llover sobre mojado.

Con ello hacen que el país y el artista pierdan nuevas formas de expresión, nuevos enfoques, nuevas variantes expresivas que enriquecen la imagen histórica del creador y prestigien la historia del arte de su país natal y del mundo.

Ada, en cambio, semejante a Picasso y otros grandes maestros mundiales del arte, se mantiene en un constante fluir, un perenne renacer de su pincel físico y mental.
Juvenil, alegre y actualizada, la presenta esta Infinitum.

La capacidad de renovarse de esta insigne maestra, de reconstruirse, de reestructurarse, de rebildearse, como se dice en el lenguaje juvenil de hoy, me provoca a afirmar que en su interior hay, como en Picasso, 5 o 10 pintoras en una sola persona. Muchas Adas en una: la verde, la roja, la surreal, la expresionista, la sepia, la gris, la figurativa, la que los mezcla todos de repente en la infinita experimentación, el multidireccional viaje infinito de Infinitum.

PALABRAS DE DON PEDRO DELGADO MALAGÓN

Excelente el modo en que la retratan los atinados conceptos del texto colocado en la pared de la Galería de Arte Mamey para presentar la exposición. Escrito por el ingeniero Pedro Delgado Malagón, intelectual dominicano de elegante prosa y gran agudeza como crítico de arte. Precisa y preciosa imagen verbal de la egregia artista, con su ojo de buen observador que une a su visión científica objetiva la sensibilidad creativa del ensayista de elegante escritura:

“Un día imaginé que Ada Balcácer volaba. La conjetura, por supuesto, tenía razones válidas. Revoloteaban siempre, día a día, en compendios verdiazules de asombrados espacios, sus flores y hechizos vegetales. Eran también de impalpables sustancias aquellos bacás y unos isleños enigmas que los trazos de Ada habían despojado de toda máscara. Ocurre que este universo artístico brotó como refugio perenne de formas vivas, de signos y representaciones alegóricas que jamás enmudecen. Acaso un mandala, cuya energía centrípeta enlazara la infinitud y el equilibrio del universo con la sabiduría visual de Ada.

Ella titula Infinitum a esta exposición, concerniente a un ejercicio creativo de 70 años: ‘Ahora he desarrollado una obra con propuestas claras y seriadas: Los Esferoides moviendo el Cuadrado’.
Y Ada persiste en su levitación insobornable. Rastrea el movimiento como una cuarta dimensión del espacio pictórico. Figuras que cambian de lugar en el recuadro, y persiguen ellas mismas, su incierto equilibrio. Imágenes colgadas e imágenes clavadas a los muros. Curvaturas amarillas y rojas y sepias. Esferoides inscritos en cuadrados, de donde saltan arbustos y peces rubicundos. Redondeces vacías, como en la soledad de los inicios. Redondeles del crepúsculo y discos radiantes a manera de soles tropicales.

De repente, Ada abriéndole paso a la reconditez de sus misterios. Ada encumbrada en bosquejos siderales. Ada en la celeste mocedad de una travesía inacabable. Ada incitando señales y quimeras con los ojos llenos de luz.
Ada/hada volando hoy a los 89”.

¡A CELEBRAR LOS 90 AÑOS DE ADA BALCÁCER EN 2020!

Ahora, sugiero que el próximo año 2020, cuando Ada Balcácer arribará sus 90 años, realicemos la gran conmemoración de este histórico cumpleaños, compuesta por una serie de actos que la hagan sentir que su pueblo reconoce y valora los largos años de servicio a los mejores intereses de la patria y el arte.
Sugiero que este merecido homenaje lo hagan el Ministerio de Cultura junto al Centro Cultural Banreservas (cuya sala de exposiciones se honra en llevar su nombre), Centro León, Casa de Teatro, Centro Cultural Perelló, el Centro de Convenciones y Cultura Dominicana Utesa, Colegio de Artistas Plásticos, Asociación Dominicana de Críticos de Arte. También las principales galerías, coleccionistas y todos los interesados en promover nuestro arte como parte de la Marca-País-Cultural Dominicana.

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