ALERTA. Carolina Polanco: “Feminicidios; hombre y mujer, víctimas del descontrol emocional”

ALERTA. Carolina Polanco: “Feminicidios; hombre y mujer, víctimas del descontrol emocional”

Juan Freddy Armando.

Carolina Polanco, dominicana residente en Europa, comenta en Facebook sobre nuestra enfermedad feminicida. Ha aceptado mi petición de publicar en ALERTA sus atinados juicios sobre por qué las “soluciones” aplicadas a este mal lo aumentan en vez de disminuirlo. Veamos:

“UN FEMINICIDIO»

He visto dos videos que dejan muchas cuestionantes sobre los asesinatos a mujeres. Son pruebas de cómo piensa el hombre que toma la peor de las decisiones: matar a su pareja y luego suicidarse o no.

En el primer caso, el señor habla con toda la frialdad del mundo. Se ve hasta enojado, como si haber asesinado a su pareja no le hubiese sido suficiente. Dice que la mujer lo engañó con 23,000 pesos. O sea, para él el negocio estaba clarísimo, y al sentirse burlado no solo en lo económico si no también en su hombría, la mató. La envenenó y estranguló. Y no se arrepiente de ello.
¿Se buscó esa mujer la muerte? ¿Jugó demasiado con su verdugo? Lo único cierto es que nadie tiene derecho a quitar la vida a otra persona, a menos que sea en defensa propia.

EL OTRO

El segundo caso es desgarrador para las dos víctimas involucradas. Antes de suicidarse, el hombre explica en un video los acosos, amenazas y “falsas querellas” por parte de su pareja, las cuales lo han llevado a este punto extremo. ¡Siente que ya no tiene nada qué perder! Explica cómo las querellas puestas por su pareja le destruyeron su carrera en la policía. Lo tenían tan al borde de la desesperación que él la hirió con intención de matarla, y luego se suicidó. Ella pudo recuperarse de sus heridas. Pero para él ya no hay remedio.

Más que la discusión que pueda generar el «quién provoca a quién», o esa persistencia de buscar culpables, lo que yo personalmente veo es la falta de orientación que tienen estas personas. ¡Hay un descuido en la parte emocional y psicológica que da miedo! Tanto en los hombres como en las mujeres implicados en estos procesos de violencia.

Estamos descuidando demasiado la salud mental. Si estas personas hubiesen puesto sus problemas en manos profesionales que los ayudaran, no hubieran echado a perder sus vidas.

En vez de eso, tenemos instituciones que no averiguan, que se dejan sobornar, que no actúan, que no ofrecen protección, no dialogan, no investigan ni se encargan del seguimiento psicológico preventivo del acusado. Es decir, en vez de proteger también su integridad y dignidad como persona, cuando una mujer acusa al hombre, esas instituciones lo que hacen es ponerlo como un monstruo, ¡en ocasiones sin pruebas siquiera!

Aunque sea un potencial agresor, precisamente por dar muestras de que podría serlo, ese hombre ante todo necesita ayuda en el manejo de sus emociones, en el descontrol de sus impulsos, rabias, etc.
En estas situaciones de feminicidios, no hay victimarios. Solo víctimas.

Aclaro que no cuelgo los videos porque no me gusta ese material tan fuerte en mi muro de Facebook, pero pueden hallarse fácilmente en las redes de la web.

CLARA ZETKIN: FEMINISTA VERDADERA, NO ANTI-HOMBRES

Si se implementara el feminismo en que creía firmemente Clara Zetkin, se pusiera mayor atención a los descontroles emocionales de hombres y mujeres. Sin enfocarse neciamente en ver la violencia de «género» como un problema exclusivo del hombre.
El problema es de ambos.

Zetkin lo dice muchas veces: el hombre es victima de su propia masculinidad. Y viviendo estos tiempos tan turbulentos en los cuales hay que «probar y demostrar» tantas cosas. En esta época tan competitiva, donde las precariedades aumentan cada día, ser hombre es uno de los retos más difíciles.

Se da es una lucha de poder y mando entre la mujer y un hombre que se ha visto siempre en el papel del «proveedor». Rol que muchas veces no puede asumir dadas las condiciones económicas actuales, mientras se enfrenta a un hecho real que no comprende: la mujer que se piensa «liberada», «empoderada», «que se lo merece todo», pero que no quiere aportar en nada o muy poco.

O el caso de la que aporta igual o más que él, y entonces entra en competencia desmedida, en dimes y diretes con él. Ahí se crea entonces un desequilibrio emocional que los envuelve a ambos, llenos de orgullo, vanidad, grandes egos enfrentados en lucha sin referí que busque una armonización, que les permita ceder algo para no perderlo todo.

Entonces, terminan siendo los dos víctimas de un sistema que se aprovecha de todos esos complejos para profundizar cada vez más esas necesidades socio-económicas, convirtiéndonos en los esclavos consumistas, llenos de agresividad y frustraciones.

EL CONSUMISMO DESATA EGOS VANIDOSOS

El sistema que domina la vida social no es estúpido. Por eso, ahora se dedica a atacar y destruir el feminismo extremista desde sus adentros. La respuesta a esto es el discurso errado de las «feministas» actuales, el cual debilita todo lo verdaderamente serio que puede haber en la lucha. “Ese nido de locas lo ha destrozado todo”, les dicen.

Pero no se trata de feministas verdaderas, sino de mujeres que lo envuelven todo en su histeria, (sí, me atrevo a llamarlas: histéricas en el mejor estilo freudiano). Son unas ignorantes desinformadas que lamentablemente van ocupando todos los espacios posibles para colgar su discurso de odio y confusión en las actuales y próximas generaciones.

¡Cuánta desilusión para feministas como Clara, que lucharon por los derechos tanto del hombre como de la mujer!”.

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