ALERTA. Comentando la novela Caléndula, de Kianny N. Antigua, III

ALERTA. Comentando la novela Caléndula, de Kianny N. Antigua, III

Juan Freddy Armando

3. ESTUDIO DE LAS FORMAS.

Tal como había prometido, abordaré hoy la parte formal de la obra.

LA SEDUCTORA INTENSIDAD DE LO BREVE

Es la primera característica que notamos. Capítulos muy breves, condensados, intensos. Admirable capacidad de síntesis.

De este modo, logra que el libro nos atrape y lo leamos casi de un tirón. A este respecto recuerdo la proeza de otro novelista, el italiano Alessandro Baricco, quien en su novela Seda logra unos maravillosos capítulos cortos y efectivos.

Como lector, me asombro al ver cómo Antigua consigue narrarnos tanto en tan breve espacio. Sin que falten los detalles que dan vida funcional al relato: descripciones geográficas, definición de caracteres y personalidades, de situaciones, retratos físicos, etc.

REALISMO MÁGICO-CRÍTICO

Aquí se manifiesta un estilo que yo llamaría realismo mágico-crítico para diferenciarlo del realismo mágico de los autores del boom latinoamericano.

Me explico: Un elemento admirable y muy original en la obra es el tratamiento que la autora le da a los fenómenos de la tradición mágico-religiosa que he referido en la parte del análisis de contenidos. Nos cuenta detalladamente los ritos de la brujería y su ejercicio maléfico, retrata a los personajes que esta contiene, como son los galipotes, metresas, etc., haciendo que el lector viva la certeza de ellos, la fuerza telúrica que tienen, esbozando esos fenómenos con su fuerza real.

Sin embargo, -es lo notable y diferenciador- no hace como García Márquez y otros practicantes del llamado realismo mágico, quienes asumen como ciertos y verdaderos esos efectos mágicos; y de repente en Cien años de soledad Remedios la Bella se va al cielo en cuerpo y alma; o el fenómeno de que cuando los hijos de Úrsula Iguarán sufren una tragedia a ella se le queman las habichuelas o saltan en la hoya; el autor asume que las mariposas amarillas siempre llegan junto a Mauricio Babilonia.

Kianny N. Antigua narra con naturalidad la crudeza y crueldad, de curaciones y en salmos, con intensos efectos, que logran hacernos sentir esos fenómenos mágico-religiosos en su vivencia real-psicológica, con los que nos emociona y provoca pavor como si fuesen ciertos, pero nunca los asume como reales, como si sus efectos fuesen verdaderos.

En este sentido, como hemos dicho, se diferencia de los autores del realismo mágico y se acerca a la actitud innovadora asumida también por Jacques Román en su novela Los gobernadores del rocío, quien, marxista ateo como era, describe los efectos mágicos en los que creen los pobladores haitianos, pero sin asumirlos como ciertos ante el lector, sino evidenciándolos como un sueño mágico del personaje en el que el autor no cree aunque los narre con toda la fuerza vivencial de su realidad y efectos como inventos de la mente humana.

CON LENGUA DEL CIBAO ADENTRO

Escrita en forma sencilla, directa, con un uso comedido y muy efectivo de las metáforas. Siempre emplea los giros poéticos y fectos verbales en momentos y circunstancias necesarios, sin decoración superficial.

Los regionalismos latinoamericanos y dominicanismos, son manejados con tal destreza que el lector de otras regiones y países no necesita dominar su significado para entender la historia.

Los personajes hablan como campesinos dominicanos. Podría decirse que el libro está escrito en cibaeño de campo adentro. Copiemos un breve diálogo entre una hija del moribundo y su amante final:

“–Yeya, pero e’ que yo no entiendo. ¿Cómo ej eso que papá ejtá vivo? Ayer tú me diji’te que se había mueito. Ya Rosa y Emilia cogieron un vuelo y yo acabo de mandai una corona de flore’.

–Ay, mi Niña, la’ cosa’ que se ven en ejta casa no ejtánejcrita’. Así mismo fue que pasó. Su papa se murió, moriitoayei temprano. Yo lo atenté y ejataba blanco y frío como una lápida. Entonce’: que le bujcaran el punzón, que a ese guardia que no le diera la epaida; después quería comei sopa de gallina criolla. Ay, mi Niña, y yo se la preparé.

Doña Caimen me consiguió la gallina pelaíta y picá, pero ni con la’ soracione’ la probó. Yo te juro niña Mecho que yo no sé de dónde ej que el viejo saca tanta fueiza, poique má’ come una cigua que tu tata, m’ija.
–Mira, Yeya, si e’verdá’ lo que tú dice’, esa son cosa’ dei Demonio.

–¡Dio’ no’ libre, Niña! No miente ese pájaro –exclamó la vieja mientras se persignaba”. (Pág. 28).

No siempre nuestra autora logra remedar de forma precisa el hablar cibaeño campesino en toda su expresión, pero consigue crearnos el ambiente verbal de campo adentro, tal como lo muestra el fragmento citado. Es la atmósfera que nos lleva a entender los fenómenos de conducta del personaje central y de la sociedad que le da vida.

CALÉNDULA NO TIENE HÉROES

Nadie es inocente, nadie es el bueno con el que lector o escritor puedan identificarse en esta novela. No llega a ocurrir el extremo que vemos lo que en la película El bueno, El malo y El feo, del director Sergio Leone, en la cual todos los personajes son malos y feos, y nadie es bueno. Sin ser tan mañosos, en Caléndula todos los personajes son tan mal intencionados como el anti-héroe Fermín Herranz Rodríguez.

Es de las características más notables y valiosas de esta historia, ya que con frecuencia los escritores desarrollan sus historias evidenciando unos personajes que hacen de buenos y otros de malos, aunque se intercambien y mezclen sus roles en el desarrollo de lo contado.

JUEGO DE PLANOS Y ESCENARIOS.

No obstante lo condensada que, como hemos dicho, es la novela, la autora ha creado una cantidad de escenarios o planos con los consigue la fluencia narrativa que atrapa al lector.

A saber: 1. El del comienzo, con el viejo enjuto, de piel sobre los huesos en la cama de muerte. 2. Relato del matrimonio de Mercedes y Fermín, con sus graciosos detalles. 3. Sus romerías hacia el santuario de la Virgencita de la Altagracia. 4. La victoria electoral que lo erige como alcalde del pueblo. 5. El ritual de la bruja Domitila para “desmontar el muerto” que cabalga sobre Mabel. 6. La noche en que unos desconocidos vengadores matan a Mercedes, la mujer de Fermín, y a él lo tirotean y dejan tirado pensando que lo han matado. 7. Yeya va a buscar a Domitila, se mete al cuarto de su curandería y ve las cosas que hace a sus clientes. 8. La bruja Domitila aplica su “tratamiento” a Fermín para complacerlo en lograr su muerte.

FELICITO A LA AUTORA

Finalmente, saludo a Kianny N. Antigua por su Caléndula, la cual leí con deleite y pasión de lector hedonista,y con la atención minuciosa para descubrir las virtudes, de las que he hablado en estas tres entregas.