Alerta del caso: periodo de llanto o inquietud

Alerta del caso: periodo de llanto o inquietud

Las hernias inguinales pueden descubrirse desde el nacimiento, pero lo más frecuente es que discurran algunas semanas o meses antes de hacerse aparentes.
La madre, los familiares o el personal de salud son los primeros que reportan, durante un periodo de llanto o inquietud, una tumefacción en la región inguinal, que aumenta de tamaño con los esfuerzos: al llanto, la tos, al elevar la cabeza cuando está en posición acostado y que tiende a declinar, e incluso desaparecer en los periodos de relajación o en caso de inactividad del niño.
Las hernias inguinales son más frecuentes en varones, siendo el lado más afectado el derecho; en la niña la bilateralidad es más común. Es importante tomar en cuenta que en ocasiones no es posible detectar la hernia en la primera visita, si bien la historia clínica es muy subjetiva, por lo que se deberá revalorar el paciente en 2 o 3 semanas.
La exploración física, comenzando con la inspección, revela asimetría de la ingle, si el proceso es unilateral, o bien asimetría global, si es bilateral, cuando se compara el examen con otros niños. La palpación es uno de los signos más elocuentes de su presencia: se palpa hipotonía de la región afectada en relación al lado contrario; al mover el dedo encima del cordón espermático, se puede sentir engrosamiento del mismo, o puede haber palpación de una masa que se puede reducir a la presión leve.

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