No hay dudas de que la Academia Sueca no se deja chantajear por la opinión pública mundial. Con cierta frecuencia, sus decisiones sobre el Premio Nobel en sus distintas especialidades van a contrapelo de lo que opina la generalidad de la gente. Uno de los casos más sintomáticos ha sido el Nobel de Literatura de 2016, concedido al cantante y compositor norteamericano Bob Dylan. Tal como prometí en mi entrega anterior, hoy abordaré el tema.
RABINDRANATH TAGORE GANÓ UN SOLO PREMIO: EL NOBEL
Algo parecido ocurrió en 1913, cuando por primera vez dicha Academia concedió su Premio de Literatura a un escritor no europeo: al poeta, músico autor de canciones, narrador y dramaturgo bengalí Rabindranath Tagore. No era muy conocido ni había ganado antes ningún premio literario. Por ello, sonaron las trompetas del mal humor -como diría el poeta dominicano Salvador Santana- entre los escritores del mundo, criticando esta decisión. Algunos lanzaron rayos, centellas y los cien mil demonios del Apocalipsis. Decían que cómo era posible que se le diera el premio a este Juan de los Palotes antes que a otros con mayores méritos.
Mas, como casi siempre sucede, a posteriori todo el mundo reconoce la alta calidad de Tagore.
VALORES LITERARIOS POR LOS DYLAN RECIBIÓ EL PREMIO
Pero la rabia y el rasgar de vestiduras en el caso del cantautor nacido en Duluth, Minnesota, han sido mayores. Eso así, pues, como señalé en el artículo pasado, los escritores en general consideran –aunque no se atrevan a decirlo de forma clara y directa- a los compositores como artistas menores o comerciantes del verso.
Esto no ha sido óbice para que los académicos suecos expresaran sus muy valederos argumentos, justipreciando las virtudes literarias de la obra del septuagenario bardo.
Ya muchos críticos norteamericanos e ingleses habían valorado a este revolucionario creador como el mayor y mejor compositor de canciones de protesta del mundo.
Una nota de BBC Mundo señala: “La Academia Sueca, la encargada de hacer el anuncio, dijo que reconoció a la estrella del rock de 75 años por «haber creado nuevas expresiones poéticas dentro de la gran tradición de la canción estadounidense».
Sara Danius, secretaria permanente de la Academia Sueca, dijo de Dylan que «durante 54 años ha estado inventándose a sí mismo».
De su disco «Blonde on Blonde», Danius dice: “Es un extraordinario ejemplo de su brillante manera de rimar, de juntar refranes, de su brillante forma de pensar».
MUCHO ANTES, CONSIDERÉ A LOS COMPOSITORES COMO POETAS
Este premio a Bob Dylan me da una satisfacción especial. Le produce a mi ego un gran regocijo. Porque 12 años antes, yo había expresado que los compositores son poetas. Lo señalé en el documento fundacional de la Sociedad Dominicana de Escritores –SODES- que creé y dirigí en 2005. Mi idea no fue bien recibida. Los cuentistas, novelistas, ensayistas, poetas, dramaturgos, la rebatieron apasionadamente. Veían eso como una especie de iconoclasia mía, “invento”, falta de respeto o menosprecio a ellos.
Porque consideraban artistas menores, de baja categoría, a los compositores de baladas, merengues, rock, mangulina, tangos, mariachis, vidalitas, milongas, sones, blues, jazz, guarachas, bachatas y otros géneros musicales calificados de poca monta, o simples piezas comerciales, de entretención para un público que busca pasar un momento divertido. Craso error, pues, como dije antes, las buenas baladas son excelentes poemas.
Finalmente, veamos dos hermosas canciones, muestras del talento literario del escritor Bob Dylan:
DURA LLUVIA VA A CAER
Vi a un recién nacido rodeado de lobos salvajes.
Vi una autopista de diamantes que nadie usaba.
Vi una rama negra goteando sangre fresca.
Vi una habitación llena de hombres cuyos martillos sangraban.
Vi una escalera blanca cubierta de agua.
Vi diez mil oradores de lenguas rotas
Vi pistolas y espadas en manos de niños pequeños.
Y es dura, dura, dura
muy dura la lluvia que va a caer.
(1963)
COMO UNA PIEDRA QUE RUEDA
Nunca te diste vuelta a observar los ceños fruncidos
de los malabaristas y payasos que hacían trucos para ti.
Nunca entendiste que no es bueno
dejar que otra gente reciba los golpes que son para ti.
(…)
¿Cómo se siente? ¿Cómo se siente?
…estar completamente solo, sin saber el camino a casa.
Ser un completo desconocido, como una piedra que rueda.
(1965)
Obviamente, son buena literatura, con un dramatismo que es al mismo tiempo ruego y rabia, dolor individual y colectivo, amor y desamor. Con singulares metáforas donde el poeta profetiza creativamente pesadillas futuras como vivencias del presente.