Alerta en el Suroeste
Quién dijo que las inundaciones en el Suroeste dejarán de afectar a la población y a la agropecuaria con la construcción de la presa Monte Grande y la rehabilitación del embalse de Sabana Yegua. Necesariamente los trabajos de ingeniería deben contemplar un canal de desagüe que desembocaría en el mar Caribe como única alternativa para evitar las avenidas del río Yaque del Sur. Las labores de construcción de la presa Monte Grande deben acelerarse, pero hoy en día caminan a paso lento, lo que indica que no se cumplirá la programación de terminación.
El embalse de Monte Grande beneficiará la agropecuaria del Suroeste del país, pero se deben adoptar desde ahora las medidas de lugar a fin de evitar las inundaciones, porque de nada serviría una obra de esa envergadura si las crecidas del río Yaque del Sur continuarán afectando a los residentes y a la producción aguas abajo.
Un canal de desagüe que desemboque en el mar Caribe, aunque parezca ilusorio, sería la culminación de la presa y pondría fin a las riadas del Yaque del Sur, ya que permitiría sacar el agua del embalse en momento de grandes aguaceros durante la ocurrencia de fenómenos atmosféricos. Además, incorporaría nuevos terrenos a la producción.
Las presas Sabana Yegua y Monte Grande no dispondrán de capacidad suficiente de regulación de las aguas, lo que aumentará la vulnerabilidad de la población y de la agropecuaria. Los ingenieros que construyen la obra saben esa situación.
Es bueno que se sepa que la rehabilitación de la presa Sabana Yegua, cuyo proceso duró más de dos años, se realizó por grandes filtraciones y problemas en las compuertas de vertiente, lo que amenazaba su propia existencia.