ALERTA. En honor a la verdad, estas frases no son de Amaury Germán Aristy ni de Juan Bosch

ALERTA. En honor a la verdad, estas frases no son de Amaury Germán Aristy ni de Juan Bosch

Juan Freddy Armando.

Agradezco al amigo Farid Kury, destacado escritor y compueblano hatomayorense, haber aludido recientemente a mi artículo aparecido como nota de facebook el 12 de enero de 2013 sobre el tema aludido en el título de mi columna Alerta de hoy. Lo publico ahora -con algunos cambios menores- en homenaje al gran revolucionario Amaury, en este aniversario de su heroica muerte en combate desigual. Veamos:
Admiro el heroísmo e inteligencia de Amaury Germán Aristy, uno de los dominicanos más dignos de honrar, por su entrega en la lucha libertaria de nuestro pueblo y los pobres del mundo. Por ello, estoy plenamente de acuerdo en que se declare el 12 de enero como Día de la Resistencia Heroica.
Pero ahora quiero aclarar que es un error atribuirle la frase «Lo que importa no es el número de armas en las manos sino el número de estrellas en la frente» ya que no es original de él, sino del poeta José Martí, tal como lo demuestro en el fragmento que cito más abajo.
Con ello ocurre como cuando Juan Bosch decía: «En política hay cosas que se ven y cosas que no se ven; y a menudo las que no se ven son más importantes que las que se ven». Mucha gente comenzó a repetir que esas palabras eran de Juan Bosch. Y no. Es también es del mismo genio poético y político Apóstol de la Libertad de Cuba, de quien de paso aclaro otro error: que no es el principal Padre de la Patria de Cuba; lo es Carlos Manuel de Céspedes, el amo que dio libertad a sus esclavos, y los invitó a integrarse a la lucha por la independencia de esa nación.
Sé que si se lo hubieran dicho a Amaury o Bosch, ambos, como hombres honestos que fueron, hubiesen aclarado que ambas citas no son de ellos. Desde que supe de la que se atribuye a Amaury, tuve la impresión de haberla leído en Martí. No he localizado el texto donde la había encontrado, pero sí he hallado en un parte de guerra escrito por Fidel Castro, del cual copio un fragmento aquí (pueden encontrarlo entrando al sitio web del periódico Gramma, órgano del Partido Comunista de Cuba) para que lo comprueben. Dice lo siguiente (las mayúsculas fueron puestas por mí para destacar la cita martiana):

REFERIDA POR FIDEL CASTRO

“Agosto de 1958. Parte 2. MARTES 19: Este día continué informando por Radio Rebelde a nuestro pueblo y a América Latina acerca del trato humano a los prisioneros enemigos durante el desarrollo de la guerra y alerté sobre la posibilidad de un golpe militar.
Los heridos enemigos atendidos por nuestros médicos ascendieron a 117. De ese total solo dos murieron, todos los demás están ya sanos o en proceso de plena recuperación.
Este dato revela con elocuencia singular dos cosas: Primero: el cuidado con que fueron atendidos los enemigos heridos. Segundo: la capacidad y el mérito extraordinario de nuestros médicos que carentes de todos los recursos técnicos, en hospitales improvisados, realizaron tan brillantemente su humana tarea. Mas no quisimos nosotros exponer a esos heridos a los inconvenientes y los sacrificios que necesariamente impone la reclusión en hospitales que se han erigido en plena selva, y desde el primer momento apelamos a la Cruz Roja para que fuesen trasladados a los hospitales de las Fuerzas Armadas, lo que en algunos casos era absolutamente necesario para salvar algún miembro gravemente lesionado y hasta la propia vida, y donde todos en general tendrían una alimentación mejor, mayores comodidades y sobre todo las visitas y atenciones de sus propios familiares. Fueron devueltos a la Cruz Roja Internacional y Cubana, entre prisioneros heridos y no heridos, 422, aparte de 21 prisioneros heridos en el combate de Arroyones que se depositaron en un sitio próximo para que fuesen recogidos por el propio ejército y que elevan a 443 el número total de soldados, clases y Oficiales enemigos puestos en libertad durante la contraofensiva Rebelde. Todos los heridos y demás prisioneros fueron devueltos sin condición alguna. Puede no parecer lógico que en medio de la guerra se ponga en libertad a los prisioneros adversarios. Eso depende de qué guerra se trate y el concepto que se tenga de la guerra. En la guerra hay que tener una política con el adversario, como hay que tener una política con la población civil. La guerra no es una mera cuestión de fusiles, de balas, de cañones y de aviones. Tal vez esa creencia ha sido una de las causas del fracaso de las fuerzas de la Tiranía. Aquella frase que pudo parecer meramente poética de nuestro Apóstol José Martí, cuando dijo que LO QUE IMPORTABA NO ERA EL NÚMERO DE ARMAS EN LAS MANOS SINO EL NÚMERO DE ESTRELLAS EN LA FRENTE, ha resultado ser para nosotros una profunda verdad. Desde que desembarcamos en el Granma adoptamos una línea invariable de conducta en el trato con el adversario, y esa línea se ha cumplido rigurosamente, como es posible que se haya cumplido muy pocas veces en la historia. Desde el primer combate, el de La Plata el 17 de Enero de 1957, hasta la última batalla en Las Mercedes los primeros días de Agosto, han estado en nuestro poder más de 600 miembros de las Fuerzas Armadas en este solo frente de la Sierra Maestra. Con el orgullo legítimo de los que han sabido seguir una norma ética, podemos decir que sin una sola excepción los combatientes del Ejército Rebelde han cumplido su Ley con los prisioneros. Jamás un prisionero fue privado de la vida; jamás un herido dejó de ser atendido; pero podemos decir más: jamás un prisionero fue golpeado, y algo todavía que añadir a esto: jamás un prisionero fue insultado u ofendido”.
He extendido esta cita, para hacer notar su sentido del respeto por el ser humano durante la guerra. Muestra las condiciones morales de Fidel, quien pudo haber cometido muchos errores -y los cometió, de hecho- en su proceso para alcanzar el poder, y luego desde él, lo cual no menoscaba estas virtudes mostradas durante sus luchas revolucionarias.
Destaco que este escrito de Fidel Castro no era para publicarse sino para manejarse entre él y quienes compartían la lucha contra la feroz y asesina tiranía de Fulgencio Batista.

QUIZÁS BOSCH AGREGÓ UNA PARTE

En cuanto a la que se atribuye a Juan Bosch, él mismo ha dicho que pertenece a Martí. Pero por si eso fuese poco, se halla en un sitio de internet titulado “Frases Célebres de José Martí”.
Finalmente, anoto que estoy de acuerdo con la observación de Farid Kury en el sentido de que es muy probable que el final – “… y a menudo las que no se ven son más importantes que las que se ven”- fuese un aporte de Juan Bosch que enriquece el contenido y claridad de la idea.
Tal vez las palabras no fuesen tampoco de Martí sino que formara parte de esos dichos anónimos que van de boca en boca por los pueblos, que, recogidas por un escritor suelen parecer propias suyas.