Alerta epidemiológica máxima

Alerta epidemiológica máxima

Estamos frente a lo que pudiera ser nuestra más grave epidemia que ha ocurrido en nuestro país en muchos años por el carácter explosivo y de rápida difusión que presenta una epidemia de cólera.

Causa: Agente etiológico

El cólera es una enfermedad infecciosa (causada por un agente patógeno) no contagioso, sino transmisible que la produce una bacteria en Vibrión Choleras.

Su cadena de infección empieza en el hombre infectado a través de la ingesta de cualquier tipo de líquido o alimento comestible contaminado. El hombre por lo tanto es la fuente y origen de la cadena de infección epidemiológica, el cual contamina el agua, líquido o alimentos, al defecar o manipular alimentos estando ya infectados y que al ingerir una persona sana, la misma lo contrae y a su vez también se convierte en fuente de infección y así sucesivamente.

Como la cadena de transmisión la forman el agua o los líquidos y alimentos contaminados es de rápida y fácil propagación, además de que cuenta con un corto período de incubación (entre la entrada del germen al organismo vía oral y el inicio de sus síntomas que se manifiestan entre las 24 a 48 horas. Desatando un cuadro clínico que se manifiesta por diarreas intensas y frecuentes, que ocasiona pocos dolores cólicos abdominales, son las llamadas heces en agua de arroz, líquido turbio con manchas de moco, no sangrientas que se acompaña con vómitos frecuentes que van produciendo un rápido cuadro de deshidratación corporal severa y rápida, como consecuencias de la deshidratación severa, trastornos electrolítico, de bases, manifestaciones clínicas graves y que llegan al colapso vascular severo con gran pérdida de peso en muy paco tiempo, por lo cual el diagnóstico debe de ser muy temprano, seguido de un tratamiento rápido y eficaz, con diversas soluciones I. V. de acuerdo a las necesidades y uso de antibióticos como la Doxicilina, Ciprofloxacina y Eritromicina. Tratamiento rápido y enérgico, para poder salvar la vida del paciente.

Pero para nosotros la lucha principal debe de ser su prevención, para eliminar los posibles focos de infección y su cadena de transmisión. Se debe de evitar que pasen a través de la frontera personas que puedan estar infectados o que presenten dichos síntomas, porque si no se convirtieron en focos o fuentes de transmisión ambulante, usando métodos para poder diagnosticar y prevenir acceso hacia suelo nacional, y sobretodo velar para la higiene, para evitar transmisión a personas sanas.

Los daños producidos por el Vibrión Choleras se deben a la producción de toxinas. Esta bacteria dura en las heces por lo general de 2 a 3 días y a hasta 30 días según la condición en que se encuentre. En los ríos y estanques pueden durar varias semanas y en las aguas de cloacas puede tener un período de duración de 24 a 72 horas. En los alimentos según el grado de humedad que favorece su duración y en tanto que la desecación puede ayudar a matar al bacilo más temprano.

Esta es poco resistente al punto de ebullición, que la logra matar casi de inmediato (800 grados) en cinco minutos. El cloro también es altamente efectivo y eficaz en contra del Vibrión Choleras.

El hombre como fuente principal de infección puede ser clasificado clínicamente en:

– Cosos manifiestos

– Portadores precoces (albergan gérmenes durante el período de incubación)

– Portadores convalecientes

– Casos sub-clínicos

En primer lugar, el proceso más rápido y seguro es el de sellar la frontera para evitar que tanto personas infectadas o todo tipo de líquidos o alimentos que puedan estar contaminados posen a través de éstas, la cual es una medida rápida y responsable a favor de la población que habitamos en este lado de la frontera.

En segundo lugar, y muy importante, como medidas provisorias tomar medidas de higiene tanto colectiva como personal, lavarse las manos, con agua, jabón antiséptico, buena cocción de los alimentos después de ser debidamente limpiados para su consumo, usando agua purificada, hervida o con el cloro, consumir agua u otros líquidos, los cuales estén propiamente almacenados, reducir el consumo de pescados o mariscos, no consumir ensaladas crudas y evitar el consumo de bebidas o líquidos adquiridos en la calle o con pocos factores de higiene para los mismos, etc.

En tercer lugar y muy importante aún, es que el combate contra esta peligrosa epidemia debe ser responsabilidad de todos y cada uno de los ciudadanos que residen en la República Dominicana, encabezados por las instituciones encargadas en la salud y afines, sin protagonismos, con una coordinación efectiva y una participación activa a través de la prensa escrita, oral, televisión, radio, etc. Para trabajar todos unidos como uno solo, para el bien y a favor de nuestra población.

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