ALERTA. Error del artista que desprecia al artesano

ALERTA. Error del artista que desprecia al artesano

Juan Freddy Armando.

El gran maestro mexicano de las artes plásticas Manuel Fulguérez dice en una reciente entrevista: “El arte es un oficio de inventores y no de artesanos que repiten la misma obra”. Tiene razón en que el arte es novedad. Mas su frase me recuerda el manido desprecio hacia los artesanos que han expresado muchos creadores.
El artesano también es un artista. Porque la obra original, muchas veces realizada por quien luego la repite en serie tiene su parte de invento, originalidad. Además, con frecuencia, el proceso artesanal de piezas hechas a mano, implica un toque artístico que hace única cada pieza.
La artesanía constituye una forma de enriquecer las posibilidades expresivas de la obra que ha sido punto de partida. La artesanía permite sacar mayores posibilidades comerciales a la creación.
ROL DE LA ARTESANÍA Y COMERCIO EN EL ARTE
Por eso, los artistas primarios (para usar un calificativo que los diferencie de los otros en este aspecto) están impelidos a aprender de los artistas artesanos las habilidades prácticas para posibilitar los cuatro elementos que aporta la artesanía al mundo artístico:
a) Sacarle más dinero a la obra original, y por tanto lograr un modus vivendi digno y superar la vida de pordioseros de algunos artistas, y evitarles pobreza, limitaciones, sufrimientos, que los convierten en fracasados de la vida aunque exitosos como artistas. Con fama, pero sin un céntimo.
b) Aporta en el sentido social a través democratizar el arte, logrando que una misma obra pueda poseerla un rico en su mansión y un pobre en su casita.
c) El artesano lleva a personas poco educadas el amor a piezas de calidad, el buen gusto artístico, sentido crítico, elevar sus valores éticos, morales, y expandirá el mercado que necesita la obra y elpara sobrevivir.
d) Reduce la circulación de falso arte u obras de ínfima calidad, pues evita que personas con pocas posibilidades económicas llenen sus paredes de pésimas «obras de arte» compradas a oportunistas. La artesanía de calidad logra difundir el auténtico arte e impide que el falso ocupe su lugar.
Verbigracia, la museógrafa y curadora Margaret Sosa, me trajo de Europa una reproducción de la “Piedad”, de Miguel Ángel, hecha probablemente en millones de copias que dan a conocer la original y a su autor, y los llevan a todas las clases sociales en el mundo. También me regaló una jarra del Perú, con el Machu Picchu graficado en forma de artesanía, y una dominicana con dibujos taínos, las cuales uso para poner lápices y disfrutar de mirarlas en mi escritorio personal.
EL ARTISTA ORIGINAL DEBE ALIARSE CON EL ARTISTA ARTESANO
Por ello, invito a los artistas originales a que valoren el excelente trabajo de los artistas artesanos y se alíen con ellos en la comercialización de sus productos. Evidentemente, los productos culturales para sobrevivir necesitan convertirse en mercancías. Así consiguen llegar a su público meta, estimulan el surgimiento de más artistas y obras, desarrollan el espíritu científico, artístico, al tiempo que, como hemos dicho antes, democratizan las creaciones y creadores.
La comercialización es el principal medio para evitar la extinción de obras y géneros artísticos. En esto, el papel de los artesanos es principalísimo. Y son tan artistas como los oficiantes de otras disciplinas, como la literatura, pintura, escultura, música, danza, cine.
Un creador que de alguna manera es artista y artesano simultáneamente es el diseñador de moda. Inventa un estilo de ropa o diseño interior de un habitáculo, y luego el mercado se ocupa de repetirlo, difundirlo, multiplicarlo y comercializarlo, siempre con la impronta personal de quien lo inventó, y el pago a sus derechos de autor.
Pensándolo bien, si la artesanía y el diseño de moda se consideran vulgar negocio porque se reproducen en serie, entonces también la literatura debe calificarse como vulgar reproducción industrial, porque ¿qué es la edición física o digital de un libro si no algo similar a una artesanía? Es reproducción en serie del original en cientos, miles o millones de ejemplares con fines mercadológicos.
El arte, como todo lo hecho por el humano, es utilitario. Los artistas le temen a esa palabra. La infravaloran, pero ese temor los ha condenado al ostracismo económico, y llevado a otros sectores sociales a despreciar injustamente al arte, con la falsa idea de que no sirve para nada, cuando tiene un importantísimo papel en el desarrollo socioeconómico, la ética, la ciencia, y a la función social del comercio

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