Juan Freddy Armando 
Juan Freddy Armando.
EL DEBATE NOS ENSEÑA A TODOS
Hay gente que lee mi columna y no me envía comentarios. Me doy cuenta porque al encontrarnos me hablan sobre lo publicado. Les agradezco profundamente dedicar una parte de su precioso tiempo a leer lo que escribo, aunque no me lo hagan saber sino así, por casualidad.
Algunos me envían sus críticas en privado, y siempre los incito a que las hagan públicas, pues nunca me molesta que tengamos diferentes maneras de pensar.
Valoro todos los comentarios, pero tengo gran aprecio por las opiniones publicadas al pie de cada artículo, y muy especialmente por las que provienen de personas estudiosas del asunto, quienes, en muchos casos, tienen mayor conocimiento que yo sobre el tema.
Ello deviene en un gran aprendizaje que confieso públicamente, ya que no tengo prurito en admitir mi ignorancia respecto a diversos tópicos. Y puedo decir que en ocasiones mis escritos buscan principalmente provocar, motivar la discusión.
Hoy, reseñaré algunas opiniones sobre mi artículo anterior, provenientes de conocedores de la materia.
Al mismo tiempo, invito a esos amigos a ampliar sus comentarios a la extensión que quieran y enviármelas. Cederé mi columna entera para publicarlas completas.
De ese modo, logramos que mucha gente se ilustre y o aporte nuevas lecturas que nos permitirán volver con vista distinta sobre la reflexión que habíamos hecho, y renovarnos en la eterna búsqueda de la siempre viva y ardiente verdad, que como el horizonte, avanza y avanza mientras nos acercamos sin poder alcanzarlo plenamente. Ya que, tal como hemos repetido muchas veces, la verdad es siempre relativa y está en constante rehacerse.
Espero también los juicios de Dagoberto Tejeda, Valentín Guerrero, Xiomarita Pérez, Carlos Andújar, Soraya Aracena, entre otros expertos.
COMENTARIOS ENVIADOS
Opina la pintora, escritora y motivadora de la lectura Maritza Pérez Gimbernard:
“Correcto; es la mezcla, el arte está en los dos. En la composición y la interpretación musical o cantada por un buen intérprete está el éxito de la obra (cómo ejemplo) hay arte”.
El crítico de arte, museógrafo, curador y poeta Abil Peralta Agüero, comenta:
“Excelente reflexión de orden estético y conceptual, mi abrazo …”.
El escritor, pintor y activista cultural Ramón Mesa:
“Yo sin embargo difiero del criterio de nuestro buen amigo Juan Freddy … Sobre todo cuando se quiere poner en una misma balanza arte y copia o reproducción masiva de la obra de arte. Puesto que los casos que pueden tomarse de ejemplo, han sido un fenómeno desarrollado a partir de la fama y originalidad del carácter único de una obra, como es el de la Mona Lisa o la Piedad…Nunca a lo inverso. Y peor aun cuando se quiere acuñar términos como lo «utilitario» u otros tan banales como lo «comercial». Por ejemplo, una de las expresiones más bellas de la naturaleza es la rosa.. Y su mayor encanto está en que su esencia carece de «utilidad».
Bueno, en verdad es una cuestión de extensas reflexiones conceptuales, que aquí es difícil profundizar …”.
Margaret Sosa, museógrafa, curadora, poeta, ensayista, refiriéndose a la opinión de Ramón Mesa, señala:
“Usted tiene toda la razón, compañero … cada cosa tiene su valor en sí misma, pero no hay nada más elevado que una original obra de arte … única, inútil, indefensa y sutil, he ahí su grandeza.
Por otro lado está lo artesanal, cuyo valor es inmensurable, y radica precisamente en hacer útil lo inimaginable. Mientras que el arte es inútilmente especial e intrínseco al hombre… es algo: (hay comer para estar vivo, artesanía) pero para estar en perfecto estado hay que alimentarse… (obra de arte). Tal vez todo arte conlleva el uso de la artesanía, (en cuanto a técnica y elaboración) pero ¿ocurre esto al revés?”.
El escritor y pintor Wilfredo Rijo ha dicho:
“Defensa justa y acertada.
Muchos artistas recurren a la litografía (1/100) y se ganan un buen dinero vendiendo sus reproducciones. Pero lo contundente de esta defensa que haces, cual abogado de los vendedores del mercado de la Mella (cuidado si te están mojando la mano jajajaja jajajaja); es decir, que el escritor, cuando reproduce sus ideas escritas en la imprenta, hace lo mismo que el artesano de manualidades.
Felicito está impronta, y ya quiero el cuadro de la niña sacándose una espinita del pie.
Feliz domingo, Don Armando”.
