Alerta: Estatuas en Hato Mayor para Sonia y Anthony. Al amigo Marcelino Ozuna se le ocurren valiosas ideas. Desde hace unos años promueve entre los hatomayorenses la protección y mantenimiento de las casas que son patrimonio monumental histórico de nuestra provincia. De aquí que la Fundación Hato Mayor Cultural asumió la brillante idea, y planeamos un censo que aporte los lugares, propietarios y estados de las mismas, para, junto a las autoridades, cuidar de ellas.
Ahora, nos sorprende nuevamente con la idea que de que se honre a nuestro gran cantautor Anthony Ríos con una estatua. Tan pronto lo supe, le sugerí que conjuntamente se hiciese una para Sonia Silvestre, gran artista dominicana y compueblana, que es al igual que Anthony, un orgullo hatomayorense y dominicano.
Como dije en el artículo anterior, ambos artistas merecen reconocimiento tanto de su pueblo como del país y el extranjero. Y lo ideal hubiese sido que se hicieran estos homenajes en vida, para que ambos pudieran gozar con
plena conciencia, vivencialmente, del cariño, admiración y respeto que les tenemos, y no ya muertos, que no sabrán nada de esa eterna recordación visual.
¿POR QUÉ UNA ESTATUA HOMENAJE PARA SONIA SILVESTRE?
Hija de una familia económicamente acomodada de nuestra provincia, educada en buenos colegios, sin embargo, desde muy joven tuvo preocupaciones sociales, porque era un alma sensible, solidaria, con mucha conciencia sobre los problemas políticos y sociales del pueblo dominicano.
Eso la llevó a hacerse militante revolucionaria tan pronto ingresó en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Allí desarrolló su propio pensamiento, distante de las convicciones de su familia, que podría calificarse políticamente de ideas conservadoras.
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¿Quién fue Sonia Silvestre?
El gran periodista Fausto Rosario Adames la retrata excelentemente en un artículo escrito cuando ella murió: “Sus canciones se convirtieron en himnos de alegría y esperanza, y por supuesto sus canciones de amor fueron de una calidad admirable. Se distinguió desde muy temprano por saber escoger los mejores poemas para
interpretarlos, las mejores letras, de los autores más exigentes y de mayor calidad. Apenas escribió canciones, pero su voz era de una calidad tan admirable que no era necesario que ella escribiera. Con que sólo cantara era suficiente, y así la reconoció siempre su pueblo y los pueblos del Caribe que la conocieron y que también la admiraron”.
Muchos artistas cambian su nombre verdadero por uno artístico. Sonia no necesitó eso, pues su nombre de pila es hermoso, sonoro y evocador.
Sonia Silvestre, La Poeta
Aunque muchos no lo supieran, Sonia también escribía poemas. Con una vocación demostrativa de que si se hubiese dedicado plenamente a ese oficio sería de las mejores poetas. Lo digo porque tuve la oportunidad de leer textos que publicó en uno de los suplementos del país.
He estado buscándolos en mis archivos de temas literarios para darlos nuevamente a conocer. Cuando los tenga a mano podrán verlos en mi columna ALERTA, para que las personas de esta generación, que la admiran como vocalista, descubran esa otra faceta creativa de la gran artista. Entre esos versos hay poesía social, amorosa y de otros tópicos.
Cantante de prestigio Y Militante revolucionaria
Se dedicó a cultivar su voz, y la perfeccionó tanto que logró gran prestigio en el Caribe, Centroamérica, México y otros países de habla castellana. Ese estilo de cantar e histrionismo escénico tan propio los lució en muchos importantes escenarios junto grandes estrellas. Su tesitura fuerte y grave como María Bethania y al mismo tiempo suave y melodiosa como Gal Costa, le permitían viajar cómodamente por el pentagrama, con la diversidad sonora
que requieren las más exigentes piezas musicales.
Cabe señalar que efectivamente, Sonia desde muy joven tuvo inclinaciones izquierdistas. Su camino revolucionario en ese proceso se inició en los movimientos juveniles católicos que tenían conciencia de los problemas de nuestro pueblo dominicano y sus dificultades en el tortuoso camino de tiranías y corrupción a que ha sido sometido por gobernantes inescrupulosos.
Por eso, cuando la conocí en la Universidad Autónoma de Santo Domingo ambos militamos en el Bloque Revolucionario Universitario Cristiano (BRUC), que luego pasó a llamarse Camilista para honrar el nombre del heroico
sacerdote católico Camilo Torres Restrepo, que se unió a las entonces progresistas guerrillas llamadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Sonia Margarita Silvestre Ortiz nació el 16 de agosto de 1952 en San Pedro de Macorís y murió el 19 de abril de 2014. Vino al mundo en Macorís porque no había hospital en su querido Hato Mayor, pero ella siempre recalcaba orgullosamente su condición de hatomayorense.