Tras emigrar de su natal San Juan de la Maguana y luego de pasar todo tipo de calamidades económicas, Edinxon de la Rosa pudo ver una luz al final del túnel y guiado por un dirigente comunitario de su nueva morada en el sector Los Tainos de Mendoza, municipio Santo Domingo Este, tocó las puertas del programa Alerta Joven y hoy día es un microempresario.
El proyecto le facilitó RD$16 mil pesos, con los que instaló un “chimi”, con el cual gana el sustento de su familia, integrada por su esposa y dos niños, uno de 8 meses y el otro tres años de edad.
Previo, recibió capacitación técnica, además, de asumir el compromiso de dar un uso adecuado a los fondos entregados.
“Antes lo mío era coro y chercha, pero cuando ingresé al programa de Juventud y Empleo de Alerta Joven experimenté un cambio extraordinario. Hoy puedo decir que soy otra persona y mi meta es seguir creciendo y ser un gran empresario”, expresó mientras sus ojos se iluminaban.
Como él son cientos los jóvenes beneficiarios de este programa, según explicó Saschia Seibel, directora ejecutiva de Alerta Joven.
Financiamiento. “Este es un programa financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), con el objetivo de crear una red de seguridad sostenible y multidisciplinaria para jóvenes en situación vulnerable de crimen y violencia”, expresó la ejecutiva del proyecto.
Seibel es egresada de la carrera de Educación de la Universidad Católica Santo Domingo, con una maestría en Educación del Pine Manor College de Boston, Estados Unidos.
Al participar en La Esquina Joven, explicó que la iniciativa cuenta con un presupuesto US$20 millones.
“Es la inversión más grande que ha hecho Estados Unidos en materia de juventud en la República Dominicana para ser aplicada en cinco años, desde 2012 hasta 2017”, precisó.
Ejes fundamentales. Alerta Joven se enfoca en cinco ejes fundamentales: educación, salud, políticas públicas, prevención de crimen y de violencia y empleo.
“Hemos logrado insertar a más de 2,000 jóvenes a empleos dignos y tenemos alrededor de 80 microempresas funcionando”, dijo.
De acuerdo con los datos ofrecidos por Seibel, en sus componentes han logrado beneficiar a 90 mil jóvenes. La proyección es llegar a los 100 mil, enfatizó.
Al profundizar sobre el programa, indicó que la red de seguridad constituye un punto de apoyo para quienes han tenido conflictos con la ley por primera vez, abandonaron la escuela o son madres adolescentes; devolviéndoles la confianza y la esperanza, al tiempo que conectan con soluciones y oportunidades prácticas que les permiten mejorar y seguir adelante de manera productiva.
“En este caso, el crimen se previene, ya que las condiciones de riesgo disminuyen de manera significativa cuando los jóvenes tienen acceso a un mejor nivel educacional, mayor empleabilidad, salud y su estatus legal está en regla”, explicó.
La principal ejecutora del proyecto es Entrena, una entidad dominicana que canaliza su acción junto a otras 23 organizaciones locales.
Alerta Joven opera en las áreas urbanas de siete provincias que son parte del “Corredor Duarte”.
Su segmento meta está distribuido en dos grandes grupos de edades: de 11 a 17 años y de 18 a 24, contempla entre ellos igualdad de género.
Otros testimonios. Nayeli Escalante, de 12 años, era rebelde, no asistía temprano a las clases y disfrutaba pelear con sus compañeros. Esta conducta ha cambiado. Las orientaciones recibidas en charlas que forman parte del proyecto han logrado modificar su accionar. Ahora es colaboradora, cariñosa y dócil.
Otro testimonio ofrecido a La Esquina Joven fue el de Erika Patricia Rojas, quien se embarazó a los 15 años. Tanto ella como sus padres vivieron momentos de tristeza y angustia al no saber cómo enfrentar la situación que se agudizaba producto de los niveles de pobreza y hacinamiento.
Sin embargo, recibieron a tiempo la asesoría y seguimiento del centro “Restaurando un mañana”.
“Me siento una mujer con sueños y deseos de progreso, feliz con mi hijo a quien dejo en una estancia infantil mientras continúo mis estudios. Curso el primero de bachillerato”, expresó Erika.
De igual manera, Ligia Elena Molina, que es “mediadora” en el sector de Los Guandules, contó cómo pasó de ser una chica tímida y sin amigos a líder comunitaria, lo que le ha permitido resolver conflictos entre vecinos, inclusive adultos.
En tanto, Nikaurys Martínez, presidenta de la Red de Jóvenes de Quita Sueño, en Haina, provincia de San Cristóbal, ha contribuido al desarrollo de su comunidad y logrado reencauzar a decenas de jóvenes de la zona.