ALERTA. La humanidad prefiere representarse con símbolos brutos y brutales

ALERTA. La humanidad prefiere representarse con símbolos brutos y brutales

Hace unas cuantas entregas, critiqué a los griegos por emplear al búho y la lechuza como símbolos de sabiduría a pesar de ser poco inteligentes. Sin embargo, ahora quiero elogiar ese error, viéndolo desde otro punto de vista. Halago el hecho de que un pueblo convierta el conocimiento en estandarte principal de su vida. La sabia Palas Atenea era la más adorada. Con el más grandioso templo: el Partenón y el nombre de su capital: Atenas.

Diferente a casi todos los pueblos y civilizaciones de la humanidad, que preferían representarse con animales brutos y brutales: león, tigre, pantera, jaguar, puma, toro, becerro, serpiente, águila, escorpión, escarabajo, gato, perro, macho cabrío. Igual, los monstruos creados: qilín, dragón, cancerbero, basilisco, quimera.

EL PREFERIDO ES BRUTAL, BRUTO Y COBARDE: EL LEÓN

Me parece que el león ha sido el más frecuentado emblema de la humanidad. A pesar de ser brutal, pues casi solo come carne fresca, de animales que violentamente hace sufrir hasta matarlos. Bruto, pues los estudios de los zoólogos lo muestran poco inteligente. Cobarde, ya que abusa de los animales más débiles, pero tan pronto se le enfrenta se asusta y en ocasiones huye; lo vemos en los reportajes de Discovery Channel cuando, por ejemplo, el toro lo desafía.

 Los asirios, medos y persas lo adoraban junto al toro. Los egipcios eran tan apasionados del león que lo confundían con la figura de su rey-dios, el faraón. Me atrevo a especular que la palabra faraón debió de significar león en lengua hierática, a pesar de que he investigado su etimología y nunca aparece esta observación.

¿Por qué lo conjeturo? Por tres razones:

1. En las esculturas de los mandatarios egipcios el atuendo real incluye una manta que cubre la cabeza, espalda y hombros, parecida a la melena de un león. Para completarla, en la barbilla llevaban una pendiente rayada que simula la parte frontal de la misma.

2. Las estatuillas de los soberanos de esa admirable civilización aparecen siempre con su figura hecha un león completo: sentado, muslos verticales y erguidos, patas delanteras dobladas y traseras rectas en posición de descanso y atención, como imagen de dominio. Además, la estatua más grande entre los faraones de Egipto, de Kefren, es asimismo, un león sentado, orondo de poder.

Precisamente esta es la que los griegos equivocadamente llamaron Esfinge de Gizeh, pensando que era una mujer, pero que luego, cuando Jean-François Champollion

descifra la escritura de papiros, piedras, paredes y obeliscos, descubre que es un hombre: la imagen gigante de ese cruel monarca, enterrado en la segunda más grande pirámide (entre la de Keops y la de Miscerino, que completan la tríada o trinidad del Valle de los Reyes, en Gizeh.

3. En la escritura ideográfica del idioma hierático observamos la palabra faraón, que consiste en la imagen del soberano sentado con su atuendo tal como aparece en las esculturas, junto a la casa y el cayado de mando.

SÍMBOLOS Y ORÍGENES DE LAS RELIGIONES SON TAMBIÉN VIOLENTOS

Las religiones y dioses que el hombre tiene como sus creadores, guías y vigilantes de su conducta también  se destacan más enlazados a la violencia que a la inteligencia.

Empezando por la religión egipcia que, además de identificar a su dios-mandatario con el violento león, también se hizo representar por otros animales más o menos violentos y nada inteligentes ni buenos: macho cabrío, mono, gato, perro, y sobre todo y los más destacados aparte del león: el macho cabrío y el buey Apis, que hacían la figura de Amón.

 En  el antiguo culto indú se representa con la violenta serpiente. El dios de los hebreos judaístas, se hace nombrar “Jehová de los ejércitos”. Al griego Zeus se le llama tonante, porque se identifica con la parte más violenta de la lluvia: los truenos; y lleva la égida o escudo protector para sus frecuentes peleas, que es la piel de la cabra de Amaltea con la imagen de la Medusa, que mata con la mirada. Además, Zeus es hijo de un dios violento: Cronos, quien se comía los hijos hasta que fue muerto por Zeus, el único que le sobrevivió.

Al parecer, que solo el induísmo y cristianismo tienen símbolos de animales pacíficos: elefante (Ganesh, diosa del arte y la ciencia), vaca (Devi, madre de los dioses), paloma (espíritu santo). En otra ocasión hablaré del por qué de esas selecciones tan diferentes.

En un próximo artículo, veremos el fenómeno en la época actual.

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