ALERTA. ¿Motivar a la lectura o a toda la cultura?

ALERTA. ¿Motivar a la lectura o a toda la cultura?

MI CONFERENCIA PARA UAPA SOBRE MOTIVACIÓN LECTORA

Agradezco a la Universidad Abierta Para Adultos –UAPA- por haberme invitado a dictar una conferencia virtual titulada: “La Lectura como herramienta para promover la lectura en la Era Digital”. Fue parte de su XIII Feria del Libro y X de Tecnología Educativa.

Publicaré, con algunos cambios, el texto de dicha disertación en una serie de artículos que empieza hoy. Analicé la lectura en la era de hoy, del siglo XXI, comienzos del tercer milenio de nuestra era.

¿Debemos concentrarnos solo en motivar la lectura o hacer más: crear ciudadanos culturales?¿Por qué han fracasado muchos métodos de motivación lectora?¿Ha disminuido o aumentado el número de escritores y lectores literarios, en comparación con tiempos anteriores? Trataremos de responder esas preguntas.

Todos sabemos que hoy la información se ha multiplicado geométricamente. Por ello, nuestro tiempo ha sido llamado Era de la Información o Era Digital. Empezó en 1980, fecha en que se produce el impacto global de la internet. Figurativamente, decimos que el siglo XX terminó ese año, y comenzó el XXI.

PROCESO DE ESPONTÁNEO DE ADQUIRIR EL HÁBITO DE LECTURA, SIN APLICÁRSENOS UN PROGRAMA MOTIVACIONAL SISTEMÁTICO

El hábito lector no nace. Se hace. A algunos, la vida nos lleva a leer de la misma espontánea manera que nos incita a hablar y escuchar.

Cuando el infante oye a sus padres y hermanos hablar, quiere aprender. Lo hace por mimetismo y asociación intuitiva e instintiva de lo que perciben sus sentidos.

Eso va educando su mente-esponja, boca y aparato respiratorio, al manejar sonidos y analogías conceptuales, sentimentales, biológicas. Alía vocaciones traídas a esquemas sociales adquiridos. Son condicionantes que forman el yo personal, el ciudadano que los intereses de la sociedad buscan formar.

A partir de la experiencia de mis contemporáneos generacionales y yo, expondré los tipos de lectores que se suceden en una persona. Acorde con los medios disponibles cuando éramos niños, adolescentes, jóvenes y adultos, que son distintos y mucho menos que los de hoy. Pero esencialmente, el proceso es el mismo.

Las edades lectorales que prefiguro generalmente coinciden con las biológicas. Sin embargo, quienes no han podido aprovechar la oportunidad de tener profesores y hogares motivadores de la lectura puede que este proceso lo vivan retrasadamente siendo ya adultos.

NUESTROS SIETE LECTORES

  1. Lector recién alfabetizado. Cuando aprende a leer la persona es fanática lectora de conjuntos cortos: vallas, titulares de periódicos, de libros, revistas. Donde hay letras, irán sus ojos. Para enseñar a leer, la escuela aplica un método donde lo sonoro y lo visual se juntan con lo literal y musical. Con figuras, imágenes y sonidos en movimiento.
  2. Lector de textos con imágenes: literatura comercial repetitiva. En principio, el niño no está preparado para enfrentarse a una masa textual de varias páginas. Necesita dibujos, fotos. Por ello, empezamos con las tiras cómicas, los llamados paquitos. Luego pasamos a las novelas ilustradas y semi-ilustradas.
  3. Lector de novelitas de románticas de amor-sexo de vaqueros-policíacas. Adolescentes y jovencitos generalmente empiezan con este tipo de material escrito de carácter comercial, con poca creatividad, porque están hechos con unas fórmulas que hacen previsible saber el comienzo, desarrollo y final, con ligeras variantes.
  4. Lector maduro, de obras literarias. Lee ya libros cortos, sencillos, pero creativos, de los grandes escritores nacionales y extranjeros. Anoto que han de ser cortos, porque todavía la persona no está lista para lecturas largas. En este momento, son útiles los resúmenes de obras clásicas: el Quijote, la Ilíada, la Odisea, etc. Aquí juegan un papel motivador importante los profesores, las bibliotecas, lecturas de los padres, orientación de amigos, etc.
  5. Lector con hábito o un habitué de la lectura. Ingresa en la lectura de ciencia ficción, poesía, narrativa de ficción histórica, ensayos, literatura de temas sociales, conflictos generacionales, etc.
  6. Lector-investigador-escritor, explorador de arte y ciencia. Ha superado la lectura por placer, y entra en el campo del buscador de verdades científicas, filosóficas. Cuestiona y hurga el conocimiento en general y de especialidades en particular, que tal vez ha realizado en la universidad o por sus propios medios autodidactas.
  7. Lector aficionado de la cultura en general: libros, cine, música, pintura, teatro. Es un lector compulsivo que se ha convertido en un ciudadano cultural, que es el resultado de haber sido impactado en su sensibilidad por un concepto amplio de motivación lectora que abarca todo el conjunto cultural.

Este último es el ideal que debe buscar todo verdadero plan motivacional lectoral.

El próximo domingo, continuamos.

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