ALERTA. ¿Qué distingue a la “Ciudad Interior”, de Carlos Sánchez?

ALERTA. ¿Qué distingue a la “Ciudad Interior”, de Carlos Sánchez?

Juan Freddy Armando

MI SEGUNDO VIAJE POR  GRILLS Y BUILDINGS DE LA CIUDAD INTERIOR

Mañana lunes 12 de julio a las 10:00 de la mañana, en la Biblioteca Nacional, se pondrá a circular el poemario “Ciudad Interior”, de Carlos Sánchez, ex Comisionado Dominicano de Cultura en los Estados Unidos, donde hizo una excelente labor promocional de nuestras artes y ciencias.

Vivió muchos años en la hermosa “Babel de Hierro”, New York, capital del mundo. Urbe que lleva dentro, de tal modo que cuando viajamos por su libro “Ciudad Interior” podemos vivir el ruido y temblores del viejo metro, dejarnos llevar por la rauda bajada y subida de los neoyorquinos a los subways, confundirnos con el gentío de Times Square, ascender al piso 100 del Empire State Building y observar la panorámica de la gran metrópoli, sentir el frío invernal de Ellis o Staten Island y encontrarnos con muchos dominicanos en el Bronx o en el Restaurant 809.

Este libro contiene una selección de los encantadores poemas que escribió en ese tiempo.

En el artículo anterior, hablamos de las experiencias de nuestro primer viaje por el libro “Ciudad Interior”. Nos sentamos en sus bares, cafeterías, en el Central Park, y nos remontamos en el tiempo. Eso nos hizo encontrar escritores con los que Carlos Sánchez ha compartido a todas horas. Desayuna con Silvia Plath, almuerza con William Carlos Williams y cena con Anne Sexton.

En este segundo viaje, compartiré con el mismísimo Carlos Sánchez, a lo mejor sentados en una cafetería en la que exploraremos su visión creadora particular y única como la de todo auténtico escritor, que aprende de los otros, pero construye su propia ciudad literaria.

 CARACTERÍSTICAS DE LA POESÍA DE CARLOS SÁNCHEZ

Nuestro autor posee sus elementos propios vertidos en esta Ciudad que vive en su Interior. Veamos algunos.

1. La aventura verbal de fundirse con la realidad. El  observador se transmuta en lo observado. El poeta, para hablar de las cosas se vuelve ellas, ansioso, ante la imposibilidad de tocarlas y convertirlas en vivencias reales. Tal ocurre cuando poetiza hermosamente el drama de la pandemia covid19 que nos limita el salir a acariciar nuestro amado ambiente citadino (pág. 63):

“Ahora soy una ventana/ y mis ángulos/
 de perfecta soledad/ solo cuentan/ con el paisaje que mira/ 
lo que se mueve en mis ojos/; es el tren que abre sus puertas/ a la ciudad vacía 
donde la vida se agota/
 a cada instante”.

2. Una ascética filosofía propia del hombre que lo ha vivido todo, y aprendido una sensata serenidad para interpretar el mundo, con un dominio del sufrimiento con el  que describe sus propios dolores como si no fuesen suyos. Quien, como es mi caso, conoce bien al bardo sabe que él es así, como su poesía (pág. 28):

“En una visión de espejos repetidos/ algo se apodera de lo real/ 
para su propio beneficio./ 
Si anhelo una paloma,/ un pájaro siniestro cae muerto en mi lecho/
 o siento las punzadas de algún puñal invisible/ que me hiere sin sangre./ Es difícil salir de este gran pozo oscuro/ que me transforma en otro,/ 
y escucho un poema/
 susurrado por voces imprecisas/ sin un origen cierto”.

3. El poeta visual, ante todo visual-cinematográfico, con sus paneos y planos diversos. Hay ritmo y cadencia verbal en la poesía carlosánchica, y sin embargo es silenciosa, y toda ojos. Podemos tomar cualquier poema al azar, y nos saldrá su cámara mental (pág. 45):

“Jardines, vidas y techos llenos de ruinas,/ es ahora lo que fue, donde Judy Garland/ escribió el manual para que Liza/ aprendiera a deprimirse sin Consuelo/ y a salir levitando por el patio”.


Estos y otros elementos muy suyos hacen de Carlos Sánchez un maravilloso poeta, con muy original enfoque y valiosos descubrimientos verbales y emocionales, que hacen de Ciudad Interior un gran libro de versos.

Saludo esta incursión de Carlos Sánchez en la práctica poética, con textos que han sido en su vida como minerales preciosos o tesoros subacuáticos que fue acumulando poco a poco en las profundidades del mar de su inconsciente. En este libro, es buzo que se lanza a esas abisales honduras y extrae para sus lectores estas perlas que califican para adornar el gusto de quienes disfrutamos el placer de leer poemas.

Reitero la invitación a participar en la puesta en circulación del libro, mañana lunes 12 de julio a las 10:00 A. M., en la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña, donde veremos esta y otras virtudes de dicha obra.

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