Alerta Washington crea inquietudes

Alerta Washington crea inquietudes

WASHINGTON (AFP).- Estados Unidos se interrogaba el jueves sobre la eficiencia de los sistemas de alerta aplicados desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, a raíz de la desordenada evacuación el miércoles de la Casa Blanca y el Congreso cuando un pequeño avión invadió el espacio aéreo restringido sobre la capital.

«Hay una reacción excesiva», afirmó a la AFP David Rothkopf, experto en asuntos de seguridad del centro de estudios Carnegie Endowment for International Peace.

«Si usted mirara la información en la noche, hubiera podido pensar que una cosa terrible había pasado», agregó.

El influyente diario The Washington Post, juzgó en su editorial del jueves que «dada la situación, las fuerzas del orden tuvieron razón en evacuar el Capitolio y la Casa Blanca y el gobierno tras haberse puesto en estado de alerta elevada».

«Aunque sea fácil criticar restrospectivamente a los responsables por haber reaccionado de manera exagerada, este incidente prueba que ciertos sistemas de alerta dispuestos desde el 11 de septiembre funcionan», expresó el diario.

La irrupción involuntaria de un pequeño avión -un Cessna- en la zona de interdicción aérea de Washington provocó pánico durante unos minutos en la Casa Blanca y el Congreso, que fueron evacuados rápidamente.

Según un periodista de la AFP presente en la Casa Blanca durante el incidente, la evacuación fue desordenada. No hubo ningún anuncio por altoparlante y el servicio secreto entró a la sala de prensa gritándole a los periodistas que salieran.

La impresión de desorden se hizo más evidente por el hecho de que el Departamento de Estado -ubicado a unas cuantas calles de la casa presidencial- y el Pentágono no fueron evacuados, y el presidente George W. Bush, quien hacía un recorrido en bicicleta alrededor de la zona, no fue informado inmediatamente de lo que sucedía.

Conforme al periódico New York Times, el Pentágono decidió no ordenar la evacuación del edificio porque juzgó que los daños potenciales que podría provocar el Cessna si chocaba contra el inmueble serían limitados.

El Departamento de Estado explicó, por su parte, que sus servicios de seguridad habían sido informados de la posible amenaza, pero no habían tomado una decisión cuando la alerta ya había pasado.

Entretanto, el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, declaró el jueves que se adelantará un examen de los hechos para determinar si los procedimientos puestos en marcha pueden ser mejorados.

Defendió, además, la decisión de no haber informado inmediatamente al presidente Bush. «El presidente nunca estuvo en peligro y se siguieron los procedimientos puestos en marcha después del 11 de septiembre», aseguró.

David Rothkopf considera que el debate sobre las mejoras de los procedimientos establecidos luego de los ataques del 11 de septiembre es un «falso debate». Estos procedimientos «son necesariamente imperfectos y la idea de que pueden ser mejorados para poder proteger a todo el mundo contra todo es irreal».

Según él, este incidente «muestra, de un lado, que Estados Unidos aún está en estado de alerta elevado, y de otro, que nosotros estamos aún extremadamente nerviosos y que incluso pequeñas cosas pueden tener consecuencias muy grandes».

El Washington Post sugirió que en el futuro las escuelas de pilotaje y los clubes aéreos deberán explicar mejor «las consecuencias de tales comportamientos irresponsables a sus miembros y a sus alumnos, antes de que suceda una tragedia».

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