Ginebra,  (EFE).- La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) alertó hoy del riesgo que corren los niños que acuden solos a la frontera de Libia con Túnez, ya que pueden ser víctimas de abusos, explotación y violencia.

Según datos de UNICEF, se ha identificado ya a más de 150 niños en la frontera desde el estallido del conflicto armado en Libia, cuando se produjo un gran número de migraciones hacia los países vecinos.

 Sin embargo, estos datos son engañosos, dice la OIM, porque en los primeros días de la revuelta, cuando muchos libios huyeron a Túnez, no hubo registros de los niños que cruzaron la frontera.

Entre los 150 niños no acompañados ya identificados, la mayoría son varones con edades comprendidas entre los 15 y los 17 años, procedentes de pueblos cercanos a las fronteras con Chad y Níger y de familias muy pobres de granjeros o pequeños comerciantes.

También hay niños de Mali, Ghana, Etiopía y Sudán en la frontera con Túnez, que estaban trabajando en Libia cuando estalló el conflicto, enviados allí por sus familias para conseguir una fuente de ingresos adicional.

Según la OIM, los niños que han viajado solos hasta la frontera son muy vulnerables porque durante años han llevado encima la carga de ser la principal fuente de ingresos para sus familias, que generalmente viven en las zonas rurales más empobrecidas de África.

Estas familias siguen dependiendo de los ingresos que les mandan sus hijos menores de edad, afirma la OIM. «No sabemos cómo han llegado hasta aquí, si han venido solos, si les acompañan amables compatriotas o si se trata de personas responsables del tráfico y explotación de menores», argumentó el responsable de protección infantil de la OIM en la frontera, Agnès Tillinac.

Tillinac señaló que hay pocos recursos disponibles en estos momentos en la frontera para encontrar y procesar a los traficantes, en caso de que los haya en la frontera. EFE