Celso Marranzini, Arturo Pérez Gaviño, director ejecutivo de la Asociación Dominicana de Rehabilitación, durante el almuerzo de grupo de Comunicación Pepin. Santo domingo Rep. Dominicana. 25 de setiembre del 2019. Foto Pedro Sosa
Directivos de la Asociación Dominicana de Rehabilitación expresan preocupación y llaman adoptar medidas para que casos no sigan
La Asociación Dominicana de Rehabilitación (ADR) ofrece anualmente un millón 400 mil consultas, siendo la mayoría de los casos por lesiones a causa de accidentes de tránsito, aunque sus directivos alertan sobre un incremento de amputaciones producto de riñas y electrocución durante robo de energía eléctrica.
Al participar en el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio, Arturo Pérez Gaviño, director ejecutivo y Celso Marranzini, primer presidente de la junta directiva, externaron su preocupación y abogaron por acciones que permitan evitar que se produzcan más casos de esta índole.
“En una semana vemos en Rehabilitación tres y cuatro personas con amputaciones de miembros superiores, cuando antes no era tan frecuente. Hay que hacerle frente a ese problema, ya es notoria la gran cantidad de casos que se vienen registrando producto de estas dos causas; riñas y electrocución”, precisó Pérez Gaviño.
De manera más precisa, dijo que en dos meses recibieron 16 casos de amputaciones de miembros superiores por violencia y el año pasado seis lesiones por electrocución durante robo de energía eléctrica.
En tanto, Marranzini agregó que están en aumento las lesiones permanentes producto de balas (intercambios de disparos).
“Esto es enfrentamientos de pandilla en los barrios fruto del narcotráfico”, precisó el empresario durante su intervención en el encuentro.
Rehabilitación, con 56 años de fundada, ha hecho una labor sin precedentes en el país en materia de asistencia a personas con discapacidad.
Cuentan con 33 filiales y siete escuelas de educación especial, aunque no son suficientes para la gran demanda de servicios.
De hecho tienen previsto abrir otros tres centros en las comunidades de Haina, Maimón y Rancho Arriba. Sus directivos contaron que tienen un presupuesto anual de mil millones de pesos. Del gobierno solo reciben una subvención de 117, de los cuales 10 millones son con el compromiso de abrir un centro en Hato Mayor.
El resto de recursos provienen de la venta de servicios a la Seguridad Social, donaciones y actividades benéficas que realizan a lo largo del año, entre ellas, una rifa y una cena benéfica en octubre.
De acuerdo a lo explicado por los directivos de la Asociación Dominicana de Rehabilitación, un 30% de los pacientes es producto de accidentes de tránsito y de esa cantidad un 12% corresponden a accidentes de motores. “La principal causa de amputación en los últimos tres años es a causa de accidentes en motores”, precisó Marranzini.
Sostuvo que cada día son más los jóvenes que se dedican a realizar competencias en motocicletas a alta velocidad sin casco protector y terminan con lesiones permanentes.
Estos muchachos ven limitados sus sueños y posibilidades de estudio y trabajo como consecuencia de esta situación, agregó.
Una prótesis de pierna por encima de la rodilla puede llegar a costar hasta RD$170 mil pesos, según explicaron.
“Los precios varían dependiendo del tamaño. De hecho unos 685 dólares cuesta solo la articulación de rodilla que es la pieza más cara de una prótesis”, explicó Pérez Gaviño.
Durante su comparecencia, se quejaron del incumplimiento de la Ley 5-13 en cuanto a la inserción laboral a personas con discapacidad.