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Madrid, (EFE).- Los servicios secretos españoles han alertado al Gobierno del peligro que supone la presencia y actividades de células de Al Qaeda en el norte de África que podrían actuar dentro de España, según publica hoy el diario El País.
«España y Francia son los países más penetrados por los nuevos aliados de Bin Laden en África hasta el punto de que la policía teme que decidan atentar aquí», señala el periódico en una amplia información sobre este asunto.
También incluye unas declaraciones del fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, en las que señala que «nuestra situación geográfica, la excarcelación en Argelia de yihadistas (combatientes), la amplia colonia magrebí en España, la alianza terrorista en el Magreb son un peligro ascendente».
Alude también a los «últimos análisis de los servicios de inteligencia remitidos al Gobierno», en los que se advierte que Al Qaeda en el Magreb, «el nuevo aliado de Osama Bin Laden en el norte de África, está presente y activo en España en el terreno de la financiación, el proselitismo y reclutamiento de terroristas para Irak y las nuevas bases de entrenamiento en el Sahel».
Las Fiscalías francesa y española llevan a cabo conjuntamente un estudio sobre la financiación de esos grupos.
Se considera que la mayor amenaza para España procede del grupo Al Qaeda en el Magreb, el antiguo Grupo salafista para la Predicación y el Combate (GSPC, argelino) porque «aglutinará y absorberá al Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM), al Grupo Islámico Combatiente libio, a los movimientos tunecinos y a otros satélites», según los analistas del Centro Nacional de Inteligencia español (CNI).
«El peligro está en que la gente del GSPC se desplace aquí para atacar», señala un jefe policial antiterrorista citado por El País.
Se sabe que ese grupo está activo en España desde hace una década, pero su actividad se ha centrado hasta ahora «en la financiación, el proselitismo y la captación de muyahidines para Bosnia, Chechenia, Afganistán e Irak».
Los expertos consultados por el diario inciden en que ese grupo es el verdadero peligro ya que los suicidas marroquíes «son gente aislada que todavía no tenían objetivos definidos. Son un peligro pero diferente y menos organizado».
Por el contrario, los recientes ataques en Argel «producen vértigo. Son obra de profesionales. Ahí está Al Qaeda en estado puro», aseguró al diario un jefe policial, que dijo también que se sospecha que jefes formados en Afganistán ayudan en su nueva etapa al GSPC.
La actividad de ese grupo en Europa es, no obstante, antigua, y se cita un informe elaborado por la División de Investigaciones Generales y Operaciones Especiales de la policía de Milán (norte de Italia), en el que señala que el territorio español es «el anillo final» del salafismo, porque sus integrantes cuando tenían que huir de otros lugares europeos elegían España como refugio.
Los expertos consultados subrayan la dificultad de adoptar medidas preventivas contra esos grupos porque «no tienen una organización con estructura y jerarquía. Son células sin conexión salvo la conexión personal de sus miembros».
El juez de la Audiencia Nacional española Baltasar Garzón, pionero en las investigaciones sobre terrorismo internacional integrista, también advirtió recientemente del «alto riesgo» de que Europa sufra un nuevo atentado de origen islamista.
«Las plazas de Ceuta y Melilla (ciudades españolas en el norte de África), primero, y la Península (Ibérica) y Europa continental, a continuación, son objetivos preferentes de la nueva estrategia terrorista de Al Qaeda que se desarrolla en el norte de África», dijo el magistrado al diario español «La Vanguardia».
