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POR DIONISIO SOLDEVILA
Muchas veces un pelotero tiene un dominio particular sobre un contrario, ya sea un lanzador contra un bateador o viceversa.
Y ese caso se ve claro entre Bartolo Colón y Alex Rodríguez, el primero lanzador de los Angelinos y el segundo, toletero de los Yanquis de Nueva York.
Rodríguez simple y llanamente ha dominado a Colón de por vida de una manera irrisoria en la que el antesalista ha sido el papá del lanzallamas ganador del premio Cy Young.
No hay una explicación clara del por qué de las cosas, pero la realidad es que el derecho dominicano no puede medirse al toletero norteamericano sin que éste le haga pagar… y caro.
Rodríguez tiene un promedio de por vida de .442 con ocho jonrones y 16 empujadas contra el serpentinero Colón, quien no ha podido descifrar cómo lanzarle al hombre que ayer mismo le sacó la bola del parque para continuar con la zafra encendida.
En 43 turnos al bate, la mayoría de ellos desde que Colón volvió a la Liga Americana luego de su paso con los Expos de Montreal, Rodríguez tiene 19 hits, con cinco dobles y los ya citados siete tetrabases.
LA HISTORIA
Alex comenzó a enfrentar con regularidad a Colón para la temporada del 2001, cuando le sacó la bola del parque por primera vez.
Ese año, en siete turnos al bate, Colón permitió cuatro imparables incluyendo el primer jonrón.
En el 2002, no hubo cuadrangulares, pero un par de hits en seis turnos al bate dieron buenos indicativos.
Para el 2003 solo hubo un partido y tres turnos al bate en los que se enfrentaron los titanes.
Resultado: un cuadrangular y una empujada.
Para el 2004, la historia volvió a repetirse pero con solo dos apariciones al plato de Rodríguez.
Colón le cedió un imparable y no hubo cuadrangulares para el entonces torpedero.
Sin embargo, un año después comenzó el ataque verdaderamente despiadado de Rodríguez contra Colón.
El antesalista de los Yanquis de Nueva York se paró en el plato seis veces contra el derecho de los Angelinos de Los Angeles de Anaheim, y le sacó la bola del parque en cuatro ocasiones, logrando además empujar un total de 10 carreras.
Eso generó un promedio de .833 y de paso convirtió a Rodríguez en el padre de béisbol de Colón.
Este año las cosas comenzaron bien, también, para el bateador y es que en su primer enfrentamiento de la temporada del 2006 ya le sacó la bola del parque, continuando con sus lecciones ante el lanzador.
