NUEVA YORK (AP) _ Barry Bonds dominó las portadas deportivas en Estados Unidos. Alex Rodríguez apareció como siempre en los tabloides de Nueva York, e incluso mereció la primera página del diario The Wall Street Journal.

   Los problemas de Derek Jeter por supuesta evasión de impuestos apenas ameritaron unas pocas líneas en las últimas páginas.

   Además hubo ganadores de premios Cy Young, novatos del año y managers del año. Y por supuesto, estuvo la historia del año en el béisbol de Grandes Ligas.

   Bonds fue el centro de atención la pasada temporada mientras iba tras el récord de jonrones de Hank Aaron. Esta semana no fue diferente.

   Cuatro años de investigaciones de fiscales culminaron en las acusaciones contra Bonds que parecían tan seguras como el hecho de que se convertiría en el nuevo rey de los cuadrangulares.

   El ex toletero de San Francisco fue acusado de cuarto cargos de perjurio y uno de obstrucción de la justicia.

   Bonds tiene que presentarse el 7 de diciembre en una audiencia ante una corte federal.

   La noticia de Bonds opacó a todas las otras historias deportivas en Estados Unidos.

   Los Patriotas de Nueva Inglaterra marchan a un paso histórico en la NFL y los Celtics de Boston han tenido su mejor arranque de temporada en 35 años en la NBA, pero el béisbol acaparó las páginas deportivas en la semana.

   El comisionado de Grandes Ligas Bud Selig dice que el béisbol atraviesa una época dorada, en parte debido a los enormes ingresos de dinero, que este año llegaron a 6.000 millones de dólares.

   Pero últimamente los titulares se acumulan más rápido que los billetes.

   La saga de A-Rod tuvo un desenlace más feliz que el inevitable choque de Bonds con el sistema judicial. El toletero de padres dominicanos se arrepintió de haberle dado la espalda a los Yanquis, extendió un ramo de flores al equipo del Bronx y finalmente logrará un histórico contrato. De nuevo.

   Una vez se pongan los puntos finales en su acuerdo de 275 millones de dólares y 10 años, es inevitable que el nombre de Rodríguez termine en Monument Park, el lugar que los Yanquis tienen reservado para sus más grandes leyendas como Babe Ruth y Mickey Mantle.

   Cuando eso suceda, Rodríguez posiblemente habrá destrozado la marca de cuadrangulares de Bonds, si su carrera sigue al paso que marcha.

   Jeter tiene que estar contento que Rodríguez le robó el centro de atención, ya que las autoridades de Nueva York alegan que desde 2001 al 2003, el torpedero debió haber pagado impuestos como residente del estado, y no como un visitante de Tampa.

   Si Jeter pierde, tendría que renunciar a una parte de su contrato de 189 millones de dólares.

   La semana fue aún peor para Scott Boras, al menos en la cancha de la percepción pública. Aparentemente molesto por la forma en que sus negociaciones con los Yanquis se deterioraron, Rodríguez ignoró a su representante y usó a un director de la firma Goldman Sachs para reconstruir los puentes con el equipo.

   El club estaba dispuesto a abrirle las puertas al toletero, siempre y cuando esté dispuesto a ceder 21 millones de dólares, la cantidad que Texas tenía previsto pagar en los tres últimos años de su contrato si no lo hubiera cancelado.

   Para rematar, el viernes el pitcher Kenny Rogers le informó a los Tigres de Detroit que negociará directamente con el equipo y no a través de Boras.

   Todas estas noticias relegaron a un segundo plano algunos de los principales galardones otorgados en las mayores como los Cy Young, los mejores novatos y los m´sa relevantes dirigentes.