Alex contento con resultados

Alex contento con resultados

MINNEAPOLIS. – La bola pasó por las piernas de Pat Borders y ahí mismo llegó Alex Rodríguez, corriendo por el plato y brindando la carrera de la victoria, garantizando una serie de brinco y espanto el martes en la noche.

Esto es exactamente lo que debió haber sido. En una noche en la que los Yanquis hicieron un rally en el decimoprimer episodio, para motivar que las conversaciones de los Yanquis y Medias Rojas duraran otra semana más.

Ningún hombre desde Babe Ruth ha causado tanta tirantez entre ambos equipos. En noviembre, parecía, el ticket de Alex estaba listo para Boston. Para febrero, había sido movido a Nueva York. Y ahora en medio de la presentación más anticipada en un siglo de béisbol de Nueva York, el hombre en el medio está en medio de todo.

“Creo que esto estaba supuesto a suceder”, dijo Joe Torre al conversar del momento en que Rodríguez que cruzó el plato. “Cada juego que hemos celebrado tiene su vida propia. Creo que volverá a ser eléctrico”.

Rodríguez es el generador principal de todo lo que ha sucedido este año y lo que vendrá más adelante. En los últimos 11 meses ha sido adorado en ambas ciudades y abucheado también. En julio, le dio más chispa a la rivalidad al irse a los puños con Jason Varitek.

Y el sábado, con los Yanquis necesitando un triunfo desesperadamente para avanzar a la Serie de Campeonato, Rodríguez decidió hacer algo al respecto. Pegó doble al jardín izquierdo, luego se robó tercera sin siquiera ver un tiro. Y cuando Kyle Lohse botó una bola, pasó por el plato con la carrera del triunfo.

“Cuando llegué allí contra Lohse”, dijo Rodríguez, “sentí que teníamos que coger el juego. El no iba a venir a nosotros”.

No solo agarró el juego por los cuernos, pero también motorizó la pasión de los Yanquis y Medias Rojas, por siempre.

Todo el año, los Yanquis han sido cuidadosos de evitar hablar de los Medias Rojas, o siquiera murmurar su nombre, excepto en las 19 ocasiones en que fueron puestos en el mismo estadio.

“Quiero disfrutar esto por unos días”, dijo Rodríguez. “Mañana voy a dormir el día entero”.

Dijo Jeter: “Esperaré antes de pensar en cualquier otro equipo. Tengo que celebrar un poco”.

Pero fue Sheffield quien expresó lo que seguramente todos sentían dentro, y lo que millones de fanáticos ya han comenzado a sentir.

“Nunca pensé”, dijo Sheffield, “que adoraría ver a Boston”.

Y hay que pensar que eso es exactamente lo que quería A-Rod. Odiado y amado de ambos lados de una de las rivalidades más grande en la historia del deporte americano.

Versión (Dionisio Soldevila Brea). –

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