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Jugar para los Yankees de Nueva York representa un honor para muchos. Ser considerado un verdadero Yankee es un privilegio que pocos logran. El 2009 marcó la entrada de Alex Rodríguez a ese grupo.
Tras una temporada muy turbulenta en la que se vio involucrado en esteroides, operación en la cadera, escándalos amorosos, entre otras distracciones, Alex regresó a juego y logró alcanzar uno de sus sueños más anhelado: un anillo de Serie Mundial.
Ya sin la carga emocional que representaba ser acusado de no resolver en postemporada, y no ser capaz de guiar un equipo a un campeonato, el antesalista dominicano se encamina en este 2010 a tener una de las mejores temporadas de su carrera.
Los 30 cuadrangulares y las 100 remolcadas de la campaña pasada representan su menor cantidad desde 1997, cuando dio 23 jonrones e impulsó 84 carreras. Sin embargo, hay que destacar que Rodríguez solo jugó 124 partidos, acumuló 444 turnos, por lo que esos números resultan loables.
Así como encomiable resultó su temporada regular, tomando en cuenta la ausencia que tuvo, en los playoffs el potable toletero fue pieza clave para que los dirigidos por Joe Girardi alcanzaran su corona #27.
En la serie de división contra los Mellizos de Minnesota bateó para .455, con dos tetrabases y seis impulsadas. Luego en la serie de campeonato, frente a Anaheim, tuvo promedio de .429, tres jonrones, y seis empujadas. Finalmente, en la Serie Mundial su bateo bajo a un pobre .250, pero fue vital en los últimos cuatro enfrentamientos de la serie (.417, 1HR, 6 RBI).
El 2010 es una estación en la que Rodríguez y sus compañeros tendrán una mayor responsabilidad ofensiva con la partida de Hideki Matsui, Johnny Damon, y Melky Cabrera. Aunque los Mulos tienen en Curtis Granderson un nuevo miembro con capacidad de general ofensiva.
El mejor
El tercera base ha ido consolidándose cada temporada como el mejor antesalista del negocio. Su éxito no solo se percibe en el terreno de juego, sino también fuera del mismo donde es una figura muy mercadeable. El campeonato logrado la temporada pasada fue un alivio para Rodríguez.
